La eliminación de las barreras de acceso para aspirantes con VIH, diabetes y psoriasis abre la ventana para eliminar otras trabas físicas que impedían el acceso a la Policía Nacional.
El Cuerpo Nacional de Policía abrió sus puertas a los aspirantes con diabetes y VIH que antes eran rechazados inmediatamente de las oposiciones. El cambio en el cuadro de las exclusiones médicas, aprobado por el Consejo de Ministros del 30 de noviembre, se ha convertido en una segunda oportunidad para este grupo de candidatos, así como para aquellos que son celiacos o que padecen de psoriasis. Sin embargo, la medida ha generado la indignación de otros grupos que también demandan tener un acceso a las pruebas selectivas de las fuerzas de seguridad del Estado.
Por ejemplo, consideran que deberían haber modificaciones en las exigencias del grado de miopía o astigmatismo. “Muchos opositores y futuros opositores no entienden por qué en el reconocimiento médico no se puede realizar con ayuda de gafas o lentillas adecuadas a cada uno, dependiendo del tipo de problema y adecuado a su graduación, como en otros cuerpos de seguridad del Estado”, afirman.
De ahí que argumenten que “bien cabe destacar que, aunque hoy en día, se vea patrullando a policías con las gafas puestas, estas pueden ser un peligro a la hora de realizar un servicio (Se pueden caer, romper, hacerte daño en un ojo…) pero ¿y las lentillas?; las lentillas (adecuadas para cada opositor, con su determinada graduación) es una herramienta eficaz, ya que evitas muchos problemas que las gafas te pueden producir”.
En la misma línea, también solicitan que se estudie las limitaciones que existen para los candidatos con pies planos o para aquellos que simplemente cuentan con tatuajes en partes visibles con el uniforme.
Opiniones divididas
A pesar de que la decisión de cambiar el cuadro de exclusiones ha sido aplaudida desde distintas organizaciones y federaciones, en el interior de las Fuerzas del Estado hay unas opiniones muy divididas, en especial sobre los aspirantes con VIH.
Según ha logrado conocer IberoEconomía, hay oficiales de la Policía Nacional que se han mostrado a favor de la medida, “siempre que se realice una prueba individualizada y que se tenga un control en los tratamientos de la enfermedad”. No obstante, no todos tienen la misma postura.
“Es una decisión riesgosa para todos los compañeros del Cuerpo Nacional de Policía. Es imposible saber cuándo se podrá tener un accidente o una herida, lo que puede hacer que, sin querer,se contagie a más personas dentro de la institución”, afirman. Aunque aseguran que “no estamos por la labor de discriminar a nadie”, también dudan de que “se estén cumpliendo con las medidas de seguridad para proteger a los funcionarios que están en activo”.