La Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC) reclama que se tomen medidas para impulsar la igualdad entre los funcionarios del Cuerpo de Seguridad
Los guardias civiles somos los grandes olvidados de la democracia, porque hemos permanecido callados durante muchos años. Era imposible que pudiéramos alzar la voz o reivindicar cualquier mejora laboral o salarial, porque cualquier reivindicación nos llevaba directamente a las prisiones militares.
El nacimiento y la legalización de las asociaciones profesionales nos dio la oportunidad de organizarnos y hacerles llegar a la sociedad y a la clase política la injusta discriminación con otros cuerpos policiales. En la actualidad disfrutamos de otra situación, no tenemos los mismos derechos que otros cuerpos policiales, pero hemos avanzado en la capacidad de movilizarnos para reivindicar a la clase política e informar a los ciudadanos de nuestras justas reivindicaciones.
AEGC llevamos meses reuniéndonos con representantes de distintos grupos políticos para reclamarles del cambio de grupo retributivo de la escala de cabos y guardias. Un cambio de grupo retributivo, que no conllevaría una subida salarial, pero sí una mayor pensión de retiro, porque los guardias civiles y policías nacionales cuando pasamos a la situación de retirados cobramos una pensión menor que las policías autónomas y locales. Se trata de hacer justicia con los profesionales de la Guardia Civil, se trata de evitar estas injustas desigualdades que desmoralizan a los componentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En estos encuentros con representantes de distintos grupos políticos nos encontramos con la sorpresa de que muchos de ellos desconocían la pensión que cobran guardias civiles y policías cuando pasan a la situación de retirado y que la pensión de policías autónomos y locales es de mayor cuantía. Lamentablemente esto sucede, porque los que tenían la obligación legal y moral de reivindicar esta injusta situación estaban más interesados en reivindicar sus derechos, los derechos de unos pocos, que interesarse y reclamar los derechos de miles de guardias civiles. Precisamente esa fue una de las razones por la que nace el movimiento asociativo en la Guardia Civil. Nadie se preocupaba por mejorar nuestras condiciones laborales y salariales.
Los gobiernos –de derechas, izquierda o centro- se sentían cómodos con miles de guardias civiles mal pagados, con jornadas interminables, con pensiones ridículas, pero callados muy callados por miedo a un código penal militar y una ley disciplinaria de la Guardia Civil que nos impedía solicitar hasta por conducto reglamentario cualquier mínima reivindicación o petición que tuviera que ver con el servicio.
Desde AEGC somos los pioneros, llevábamos años reivindicando que se les exija el bachiller superior a los aspirantes a la escala básica de Cabos y Guardias, porque es un requisito básico para tener la posibilidad de cambiar de grupo retributivo, pero también, porque la mayoría de los nuevos opositores ingresan con carreras y bachiller y, por lo tanto, estábamos estancados en unas condiciones de acceso que nada tenían que ver con el nivel cultural de los opositores que conseguían aprobar las oposiciones a la Guardia Civil.
AEGC reclamó esta exigencia en el Consejo de la Guardia Civil, porque en el Cuerpo Nacional de Policía era un requisito de ingreso que ya tenían y, como veníamos diciendo, en la Guardia Civil aunque no la teníamos era una realidad que debía de reflejarse en las distintas convocatorias de acceso a la escala de cabos y guardias.
Esta semana estamos celebrando los 175 años de historia de la Guardia Civil, donde políticos de distintos signos no paran de ensalzar el servicio que la Guardia Civil y los guardias civiles damos a los ciudadanos, que somos la élite de los Cuerpos de Seguridad del Estado y el Cuerpo de Seguridad en el que se miran las Fuerzas de Seguridad de todo el mundo.
Eso está bien, pero los guardias civiles esperamos algo más que palabras, esperamos que de una vez se haga justicia con los guardias civiles y sus familias y para hacer justicia deben de equipararnos a las policías autónomas y locales en todos los aspectos, entre otros, en tener una pensión digna cuando nos pasemos a la situación de retirados.