La Federación Española de Diabetes asegura que el Defensor del Pueblo se limitó a “ser mero trasmisor de las respuestas negativas de diferentes entidades públicas”.
La Federación Española de Diabetes (FEDE) ha sido contundente contra el Defensor del Pueblo: “La petición de FEDE presentada ante el Defensor del Público, hace cerca de 2 años, ha tenido recientemente una respuesta muy lamentable de esta entidad, limitándose a ser mero trasmisor de las respuestas negativas de diferentes entidades públicas”. Asimismo, critica que “en ningún caso, tienen en cuenta la argumentación positiva de las Sociedades Médicas” aportadas por la Federación.
Ante esta situación, FEDE ha decidido dar un nuevo paso. “Hemos solicitado ya reuniones con carácter de urgencia con el Defensor del Pueblo, el Presidente del Gobierno, la Comisión Ejecutiva del PSOE y el presidente del Partido Popular”, apunta en un comunicado al que ha tenido acceso IberoEconomía.
Asimismo, han agregado que “la línea de actuación de FEDE, en ningún caso, se agota en lo recogido en el apartado 6, y se prevé, si no se obtiene el objetivo de justicia social reclamado, poner en marcha cuantas acciones sean necesarias para alcanzarlo y, con ello, poderse equiparar a otros países de nuestro entorno, en los que esta discriminación ya ha sido superada”.
Una lucha que seguirá
La Federación Española de Diabetes advierte que no bajará los brazos y recuerda que “en el Poder Legislativo, tanto en el Senado como en el Congreso de los Diputados, se han presentado sendas iniciativas orientadas a la modificación de los cuadros médicos de exclusión, por su incompatibilidad con la realidad médica de la diabetes del siglo XXI”.
“Concretamente la Moción del Senado, aprobada en marzo de 2018 con la unanimidad de todos los partidos políticos, instó al Gobierno de España a realizar los cambios necesarios para actualizarlos, según los avances médicos en diabetes”, matiza.
Entre sus argumentos más fuertes destacan tres: “Los cuadros médicos de exclusión están total y absolutamente desfasados. Datan de hace más de tres décadas y se basan en una realidad médica del siglo pasado”; “los avances médicos, clínicos y científicos habidos en diabetes, en los últimos años, han hecho que una persona con diabetes pueda llevar una vida absolutamente normal y, por ende, desarrollar una actividad profesional sin ningún tipo de problema”; y que “es una contradicción que a una persona con diabetes se le deniegue el entrar en la Función Pública, argumentando que no está capacitada físicamente, pero que, al mismo tiempo, no se aparte de su puesto de trabajo a otra que, siendo ya emplea de la Función Pública, debute en diabetes”.