La evaluación suele tener una de las tasas de suspensos más altas debido a las dificultades que están relacionadas con su preparación.
El psicotécnico es la prueba más temida por los aspirantes al Cuerpo Nacional de Policía (CNP). El elevado número de suspensos que tradicionalmente se registran hacen que su aprobación pueda ser una ventaja en el proceso selectivo de la oposición. Uno de los principales retos es que, ante la variación de los ejercicios en cada convocatoria, sea complicado conocer cuáles son los modelos que serán evaluados y, por ende, los ejemplos de años anteriores no servirán para mucho más que una guía de práctica.
La magnitud de las preguntas que se pueden presentar hace imposible concretar un temario. Sin embargo, existe una fórmula que podrá ayudar a los aspirantes: dedicar una pequeña parte del día a realizar las diversas pruebas que suelen estar presentes en el examen psicotécnico. En concreto, habrá que estar listo para responder a una prueba que mida la capacidad de comprensión lectora, así como de memoria, ejercicios de cálculo, movimiento espacial y problemas geométricos, entre otros.
El tener una aproximación con cada una de estas áreas hará que los aspirantes se sientan más seguros al momento de afrontar el examen, así como que hayan venido desarrollando un conjunto de habilidades y competencias que podrán adaptar a las preguntas que serán puestas en su respectiva convocatoria. En pocas palabras, habrá que ir trabajando en los procesos de agilidad mental para resolver problemas lógicos.
Otra recomendación es hacer un repaso en temas de cultura general, ya que podrán dar una ventaja en algunos de los modelos de prueba que, quizás, puedan estar presente en la actual convocatoria. Asimismo, sería recomendable practicar los sinónimos y antónimos, los problemas matemáticos y sobretodo, la visión espacial.
¿Por qué es importante practicar cada día? Por un lado permitirá abarcar más opciones de posibles preguntas presentes en la oposición. Por el otro, el aspirante se acostumbrará a una dinámica de resolver problemas a diario, lo que le dotará de una experiencia para el día de la evaluación.
Al momento del examen
Cuando se tiene el examen en la mesa, el aspirante necesitará tomar en consideración algunos aspectos que, aunque parecen evidentes, podrán aumentar las opciones de éxito. El primero, es mantener la confianza. Durante meses se han venido realizando una serie de ejercicios para estar preparando para este momento, las dudas solo conllevarán a subir el porcentaje de posibles fallos.
Antes de comenzar, es recomendable echar un vistazo general a toda la prueba. Así se formará una idea aproximada de su extensión, contenido y dificultad. Esto le ayudará a distribuir correctamente su tiempo y a acomodar la velocidad de respuesta en función del mismo.
Aunque el tiempo cuenta, hay que leer con calma cada una de las preguntas y dedicarle el tiempo necesario. Es importante tener en cuenta que un porcentaje importante de las respuestas erradas es por leer apresurado los enunciados.
Si una respuesta se resiste, déjela. No dedique mucho tiempo a ninguna pregunta, ya que todas las respuestas tienen el mismo valor. Demorarse en exceso en una pregunta, quiere decir que dejará otras sin responder. Por intentar conseguir un punto puede perder varios. Si al final del ejercicio le sobra tiempo, intente de nuevo resolver las cuestiones que había dejado sin responder.