El análisis de las convocatorias anteriores permite determinar cuáles son los aspectos que resultan contraproducentes en el acceso al CNP.
El Cuerpo Nacional de Policía no tiene un patrón único para sus aspirantes. Sin embargo, la tendencia registrada durante las anteriores oposiciones de acceso a la Policía Nacional permite determinar algunas características y comportamientos que podrán impedir que el aspirante conquiste la plaza anhelada o, al menos, hacer que su aceptación por parte del tribunal calificador se encuentre un poco más cuesta arriba.
La primera barrera para quedarse fuera del perfil buscado por la Policía Nacional es el físico. No sólo por los requerimientos mínimos de una estatura, edad y capacidad física, sino también por las limitaciones que establecen algunas patologías, algunas tan comunes en la sociedad como el asma, la diabetes o la hipertensión arterial. No obstante, el cuerpo no es el único aspecto a considerar y el tribunal calificador aplica la entrevista personal y las pruebas psicotécnicas como un mecanismo para determinar la valía del candidato en el cuerpo de seguridad del Estado.
Uno de los perfiles que se aleja de los intereses de la Policía Nacional es aquel marcado por la intolerancia, la incapacidad de comunicarse y que no se adapta a las nuevas circunstancias. En la misma línea, pierden puntos aquellos aspirantes que tienen un perfil rencoroso, poco conciliador, así como en quienes se perciba una ausencia de seguridad propia, un desinterés por trabajar en equipo, que mantienen una desconfianza general y que no sea capaz de defender sus propias ideas.
En este sentido, el objetivo es encontrar un aspirante que, si bien puede ser una apasionado de la aventura y de las emociones fuertes, tenga la capacidad de autorregular tanto sus emociones como sus pensamientos, lo que le permitirá pensar con la cabeza en frío en las situaciones de estrés o conflicto. Además, se busca un perfil motivado, con capacidad para la resolución de problemas, con la habilidad de cumplir órdenes y mantener tanto sus ideales como una dosis de empatía.
En este sentido, se busca una persona que sea resolutiva. No en vano, es considerado un aspecto positivo su capacidad de planificación y de ser polivalente, mientras que será un caso opuesto aquellos aspirantes que demuestren ser obsesivos o neuróticos, debido a que podrán entorpecer las actividades cotidianas del Cuerpo Nacional de Policía.