VOX y el PP deben trabajar unidos por España, los ataques de Casado están de más

Si hay algo que he defendido, defiendo y defenderé siempre a nivel político, es la necesidad de unión de los partidos de derecha, no solo los españoles, sino a nivel mundial, para poder hacer frente al atraso que personifica la unión de partidos y grupos de izquierda a nivel mundial.

En un principio, lo ideal hubiese sido que tanto VOX como el PP, e incluso, Ciudadanos, trabajaran unidos en pro de un cambio de gobierno viable para España; sin embargo, esto no ha sido posible por diversas razones.

A pesar de que los tres partidos comparten valores y ciertas visiones en materia política, económica y social, el crecimiento sostenido, de forma lenta pero firme de VOX, la práctica desaparición de Ciudadanos por su falta de criterio y, el tambaleo del PP, que llega al extremo de chantajear a los ciudadanos con aquello de que el único voto útil es el que se les da a ellos así como las guerras internas por los liderazgos -contra Isabel Díaz Ayuso- no ha hecho posible dicha unión; es más, hoy en día parece casi imposible.

El mejor ejemplo lo vemos en las elecciones de Castilla y León que se realizarán en unos diez días, aunque es necesario recordar que la situación actual está formada por retazos de otras historias, anteriores en tiempo y diversas en espacio; y siempre, con los tres partidos como actores principales.

En marzo de 2021, C’s pactó junto con el PSOE una moción de censura contra Fernando López Miras del PP -apoyado por VOX-, que no llegó a buen término, produciendo, por un lado, una caída en la aceptación del partido de Inés Arrimadas y, por otro, la actuación rápida y certera de Isabel Díaz Ayuso, presidente de la Comunidad de Madrid, que disolvió la asamblea y convocó a elecciones anticipadas, ante la seguridad de una maniobra idéntica en la capital de España.

Díaz Ayuso gana las elecciones de forma incontestable con el apoyo de VOX, aumenta de forma exponencial la ya buena imagen que tenía por la gestión de la pandemia y sus enfrentamientos contra Pedro Sánchez y genera una guerra en su contra, dentro de su propio partido, principalmente por celos y miedo a la posibilidad de que pudiera eclipsar el liderazgo de Pablo Casado -cosa que ya ha ocurrido-.

Así pues, llegamos a finales de 2021, cuando Alfonso Fernández Mañueco, militante del PP y presidente de Castilla y León apoyado por Ciudadanos; decide, ante las amenazas -difíciles de creer- de una moción de censura en su contra por parte de sus socios, repetir la estrategia de Ayuso y convocar a elecciones anticipadas.

En un principio, las encuestas daban al PP la proximidad a la mayoría absoluta, objetivo real del adelanto electoral, más, sin embargo, con el correr de los días, la ilusión del PP se desvanece y cada vez, la presencia de VOX es más necesaria para la formación del futuro nuevo gobierno incluso cuando el PP hace todo lo posible por evitar que esto suceda.

Ciudadanos no quiere saber nada de VOX, prefiere volver a cohabitar con el PP, a pesar de que fue este último el que los lanzó al precipicio del olvido y la desaparición política.

En cuanto al PP, no solo tampoco quiere saber nada de VOX, sino que, a pesar de gobernar gracias a ellos en Madrid -Ayuntamiento y Comunidad Autónoma- y Andalucía, ha comenzado una serie de ataques contra la formación de Santiago Abascal que no ayudan en nada a España.

Los ataques vienen debido principalmente al aumento de votos que VOX viene registrando los últimos meses en detrimento del PP, lo que supone una amenaza para las elecciones de Andalucía que también deben realizarse este año y, más importante aún para el PP, pone es riesgo una mayoría absoluta de cara a unas elecciones generales en 2023; mayoría absoluta que Casado nunca ha tenido y, que, dicho sea de paso, le va a costar mucho conseguir.

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Acerca de Daniel Lema Rincón 90 artículos
Politólogo, Master Seguridad y Defensa y en Adm. Pública. Gabinetes Estratégicos, Seg. Ciudadana y Campañas Electorales. Siempre me ha motivado ayudar a aquellas personas que lo necesitan, por eso, mi vocación me llevó al servicio público a través de la política; primero en España, luego en Venezuela.