Las remesas en 2024, motor económico y desafío estructural en América Latina y el Caribe

En 2024, las remesas hacia América Latina y el Caribe (ALC) siguen siendo un pilar esencial para las economías locales, aunque su ritmo de crecimiento ha disminuido en comparación con años anteriores. De acuerdo con el informe más reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los flujos de remesas hacia la región alcanzarán 160.9 mil millones de dólares, representando un aumento del 5% respecto al año previo, pero con la tasa de crecimiento más baja en la última década.

Beneficios y Distribución Geográfica

México se mantiene como el mayor receptor, acumulando el 40.5% de las remesas de la región, equivalente a 65.1 mil millones de dólares. Estados Unidos es el origen principal de estos flujos, contribuyendo con el 96% de las remesas mexicanas. Por otro lado, Centroamérica, que recibe el 28.3% de las remesas regionales, se beneficia significativamente de los envíos provenientes de Estados Unidos (73.5%). Los países del Caribe, con un aporte del 11.4%, también dependen en gran medida de Estados Unidos, aunque Canadá aporta un 10.2% a la región​.

En Sudamérica, el crecimiento de remesas se debe en parte a la devaluación de monedas locales y a una recuperación económica más lenta. Países como Colombia han experimentado un incremento del 17.2% en los envíos, destacándose como el mayor receptor en la región con un flujo de 11.8 mil millones de dólares​.

Impacto Económico

Las remesas son cruciales para el sostenimiento económico de muchas familias, especialmente en sectores vulnerables. Se destinan principalmente a cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda y educación. Además, en países con economías inestables, las remesas sirven como un estabilizador clave, aunque su capacidad de compra se ve afectada por factores como la inflación y las fluctuaciones del tipo de cambio​.

En términos macroeconómicos, las remesas representan una proporción significativa del PIB en regiones como el Caribe (9.2%), aunque este porcentaje es menor en Sudamérica (0.7%) y México (3.2%)​.

A pesar de su importancia, la desaceleración del crecimiento plantea desafíos. La recuperación económica en los países receptores y la estabilidad laboral de los migrantes en sus países de residencia son factores que podrían reducir los flujos en el futuro. Además, es esencial abordar las desigualdades estructurales en el acceso a los beneficios de las remesas, optimizando su uso en inversiones sostenibles como educación y emprendimientos.

Flujo y Origen de las Remesas

En 2024, las remesas hacia América Latina y el Caribe (ALC) alcanzaron un volumen estimado de 160.9 mil millones de dólares, consolidándose como una fuente clave de ingresos para millones de familias. Estados Unidos sigue siendo el mayor emisor de remesas hacia la región, representando aproximadamente el 77% del total enviado, debido a la significativa presencia de migrantes latinoamericanos en su territorio. Otros países emisores incluyen España, Canadá y, en menor medida, países como Italia y Japón, que contribuyen a los flujos hacia regiones específicas​.

En cuanto a los receptores, México encabeza la lista con 65.1 mil millones de dólares, seguido por Guatemala (20.5 mil millones) y Colombia (11.8 mil millones). En el Caribe, República Dominicana recibió 10.7 mil millones, consolidándose como el principal receptor de la subregión. Centroamérica y el Caribe son los territorios donde las remesas tienen un impacto proporcionalmente mayor en el PIB, con países como Haití y Honduras dependiendo de estas transferencias para más del 20% de su producto interno bruto​.

Usos Principales de las Remesas

Las remesas cumplen un rol esencial en la economía de los hogares. Cerca del 80% se destina a cubrir necesidades básicas como alimentación, salud, vivienda y educación. En países con alta inflación o economías debilitadas, como Venezuela o Haití, las remesas también funcionan como una herramienta de supervivencia para enfrentar los altos costos de vida. Además, un porcentaje menor se dirige hacia inversiones en microemprendimientos o ahorro, particularmente en comunidades donde las oportunidades laborales son limitadas​.

Aunque las remesas continúan creciendo, la tasa de expansión ha disminuido considerablemente en 2024, situándose en un 5%, el nivel más bajo de la última década. Factores como la estabilización del empleo de migrantes en Estados Unidos, las altas tasas de inflación en los países receptores y fluctuaciones en los tipos de cambio han influido en este fenómeno. Además, la ralentización económica en países emisores, como España, también ha impactado los flujos hacia ciertas regiones.

Perspectivas para 2025

Las expectativas para 2025 indican que las remesas podrían experimentar un crecimiento moderado, en torno al 4-6%, dependiendo de factores macroeconómicos globales y regionales. Se prevé que Estados Unidos continúe siendo el mayor emisor, mientras que Sudamérica podría ver un aumento en los flujos debido a la reactivación de ciertas economías receptoras. Sin embargo, desafíos como la inflación persistente, las políticas migratorias restrictivas en países emisores y las tensiones geopolíticas podrían limitar el potencial de crecimiento.

En cuanto al uso de las remesas, se espera un enfoque más diversificado hacia inversiones productivas en sectores como pequeñas empresas y educación técnica, lo que podría contribuir al desarrollo económico a largo plazo en comunidades receptoras. Además, las políticas gubernamentales para optimizar la recepción y uso de remesas, como reducción de costos de transferencia e incentivos fiscales, serán clave para maximizar su impacto​.

Las remesas seguirán siendo una piedra angular para las economías de América Latina y el Caribe en 2025, aunque con desafíos significativos por delante. Aprovechar al máximo estos flujos requerirá un esfuerzo conjunto de gobiernos, organismos internacionales y comunidades migrantes para fomentar un uso más productivo de los recursos y reducir las barreras estructurales que enfrentan los migrantes y sus familias. La integración de estas medidas no solo fortalecerá la economía de los países receptores, sino que también promoverá una mayor inclusión social y estabilidad regional.

Acerca de Bárbara Puglisi 48 artículos
Abogada con experiencia en Derechos Humanos, Derechos de Infancia y Políticas Públicas.