El negocio de centros geriátricos en España se encuentra «dominado» fundamentalmente por inversores e incluso grupos de inversión, tanto nacionales como extranjeros que poseen numerosos centros geriátricos, por toda la nación.
No cabe duda que este sector es de vital preponderancia para la sociedad. Por ello, los gobiernos suelen tener departamentos especialmente dirigidos a colocar un marco legal sobre todo esto. Aunque realmente hemos podido más palpablemente comprobar durante la pandemia que por parte de los encargados de vigilar la situación real de los centros geriátricos, ha habido una dejación de funciones. Pues nadie hizo ninguna visita a estos lugares, para poder comprobar in situ cual era el día a día de estas «empresas». Y a fecha de hoy, sigue siendo lo mismo. Este sector es evidente que resulta ser una patata caliente, por utilizar un término coloquial, al que nadie quiere entrar en profundidad para solventar las enormes deficiencias que adolece.
Es comprensible que nuestros mayores suelen tener que acabar sus vidas en centros de este tipo porque no pueden ser atendidos en otro lugar. Y eso es algo que atañe, no sólo a ellos, sino también a familias y en definitiva a la propia sociedad. La falta de u funcionamiento aceptable, por parte de estas unidades estratégicas de negocio han sido y siguen siendo evidenciadas lamentablemente. E incluso se ha llegado a iniciar campañas denunciativas por parte de algunas conocidas personas como el cantante Miguel Ríos, que incipientemente participaron, pero que tal vez presuntamente, ciertos poderes fácticos las pararon inmediatamente. Porque como es obvio, en realidad a nadie interesa provocar un problema grande social. Aunque sea conculcada la dignidad de una persona y sin pensar que si tenemos la suerte de poder llegar, es posible que todos acabaremos en esos lugares. Los gobiernos deberían pensar en el porqué de que todos los trabajadores a los que se les exige una titulación universitaria, acorde al puesto de trabajo que van a cubrir en estas empresas, los únicos que cumplen esta condición son los directores de estos centros.
Por lo que nos encontramos habitualmente, con personas que no saben absolutamente nada de management Empresarial, dado que llegan tener formaciones de cualquier otra materia, farmacia, sicología etc., y que a lo sumo les han dado algún seminario sobre dirección de empresas muy somero, y sin la formación adecuada en organización empresarial, estilos de dirección y liderazgo etc., por citar tan sólo algo de las áreas que debe dominar un manager. Y por ello, es muy posible que se vean las aberraciones en estas unidades estratégicas de negocio que se ven desgraciadamente, irrogadas a residentes, familiares e incluso trabajadores, y que no se va a abundar aquí pues sería muy extenso.
Realmente es ya hora que se muestre valentía, por parte de nuestros gobernantes. Y a pesar de que estas empresas amenacen con dejar a personas mayores sin atención, si son presionadas para que cumplan un cometido de dispensar un trato digno a nuestros mayores, se les controle para que indefectiblemente lo realicen. Pues estos clientes pagan todo ésto, a razón de no menos de 1.500 euros mensuales, generalmente que si no son sufragados totalmente por ellos, el resto lo completa la administración, obviamente con dinero de erario, proviniente de nuestros impuestos.
Josu Imanol
Delgado y Ugarte. Economista