Desde hace décadas las empresas vienen incorporando a sus estructuras departamentos de calidad. Y pari passu, ha habido un auge en el sector de empresas, que se dedican a otorgar estos certificaciones de calidad.
Por eso estos departamentos empresariales de calidad vienen dedicando todo su tiempo a hacer acopio de papeles, en los que tan sólo figuran si han logrado alcanzar unos objetivos relativos a niveles presupuestados; a veces ni siquiera ad hoc, para la empresa en cuestión.
Y así muchas, yo diría que demasiadas empresas creen que tienen una calidad totalmente probada. Bueno realmente se debe señalar que no se puede dejar de decir que si estos estándares de calidad dados se alcanzan; no existe cortapisa alguna para que después de esa auditoría, se relaje bastante todo y ya sea diferente la operatoria y consiguientemente, las consecuciones que hayan sido objetivadas, para cumplir con ese requisito necesario para lograr la certificación cualitatoria.
En esta coyuntura sobrevenida, parece que muchos van yendo a lo que es la esencia de las cosas.
Y a tenor de esto, lo que he venido exponiendo sobre las certificaciones de calidad, creo que va teniendo menos detractores.
Pienso que toda esta dinámica espuria sobre Calidad, es debido a que los ejecutivos, hablando en general, no la han llegado a entender nunca. Quizad tenga su origen precisamente, en la propia formación de esos directivos. Pero eso ya es otro asunto que aquí no voy a entrar.
A mediados del siglo XX se definió con suma claridad lo que es realmente la Calidad.
William Edwards Deming, el mítico gran consultor, que es el padre de la Calidad, la definió muy bien exponiendo que la Calidad es un proceso continuo de aprendizaje, liderado por la gerencia. Lo cual aboca indefectiblemente, a la Mejora Continua.
Dicho ésto, entonces esa mal llamada Calidad, basada en la recolección de papelitos, ¿ Qué es lo que tiene que ver en realidad con esta filosofía empresarial ?. Evidentemente nada en absoluto. Es penoso, por vergonzante, que los directivos no comprendan en modo alguno lo que es la Calidad y la asimilen al simple hecho, tan sólo, de conseguir alcanzar unos indicadores, que han sido objetivados. Pues para que cualquier empresa pueda llegar a alcanzar la Calidad, es condición sine quanon, que se encuentre dentro de un proceso de Mejora Continua.
Por lo que se puede llegar a colegir, evidentemente, que todo lo que se viene entendiendo por calidad en nuestras empresas, lamentablemente, se debe reconocer que se trata de una majadería que erróneamente los ejecutivos dan por buena, por puro desconocimiento a veces.
Y en otras ocasiones por causas, como pueden ser que esas empresas de certificaciones de calidad tienen un buen marketing, por mero snobismo de las empresas ( Al igual que resulta ser otra majadería la denominación de C.E.O. chief executive officer, que no puede existir aquí ) etc.. Aunque lo que es innegable, es que se debe reiterar claramente, que no se trata de Calidad.
Economista
https://iberoeconomia.es/opinion/malos-tiempos-para-la-libertad/