¿Podemos vivir sin conexión internet?. Sin duda que si podemos, pero, cuando debemos recordar nuestro propio número de teléfono móvil, o el número de otra persona; movilizarnos a un lugar que no conocemos; pagar algún servicio; realizar alguna gestión con la Administración Pública, empezamos a dudar si realmente podemos vivir sin tecnología, pues en ese momento empezamos a sentir que la comodidad que nos ofrece el internet y el móvil, hace que sean dos herramientas imprescindibles en nuestro día a día; y ni hablar en el caso que teletrabajemos.
La tecnología se hace atractiva porque nos facilita muchas gestiones, desde la investigación, pasando por el estudio, el trabajo, incluyendo el ocio y la recreación. Cuando tenemos hijos pequeños, somos los padres los primeros que facilitamos el acceso a plataformas como youtube a nuestro hijos, como una medida para que se distraigan, incluso para que aprendan de algunos materiales educativos muy útiles, por lo tanto, desde pequeños los acercamos a la tecnología.
Hago referencia a Youtube porque en un estudio realizado por Fundación Mutua Madrileña, en colaboración con la Unidad Técnica de Policía Judicial EMUME Central de la Guardia Civil titulado “Violencia sexual contra la infancia y la adolescencia en el ámbito digital”(1), destaca a Youtube como la plataforma que más se utiliza desde la primera infancia en el hogar y reconoce que el acceso a ella llega de la mano de los padres y/o madres.
Así mismo el mencionado estudio afirma que las redes sociales, para los adolescentes, se ha convertido en un elemento esencial en sus vidas. “su acceso y uso representan un rito de iniciación e integración en la nueva etapa de transición al mundo adulto”.
Hay dos datos que considero importantes destacar de ese estudio, a saber:
El primero tiene que ver con el reconocimiento que hacen los padres y madres, así como los jóvenes y adolescentes que participaron del estudio sobre la existencia de riesgos para los menores de edad en el entorno de las redes sociales. El 92,4% de los padres y madres y el 83,3% de los jóvenes y adolescentes así lo consideran y creo que tal porcentaje no amerita mayor interpretación por los momentos a los fines de este escrito. (2)
En segundo lugar, el estudio nos aporta una información útil en el caso que nos preguntemos sobre la edad para que los pequeños accedan a su primer móvil y a las redes sociales, y en tal sentido nos dice: (3)
Para los padres con hijos entre 8 y 12 años, la edad de su primer móvil se sitúa a los 10 años; pero para el 43,8% de los padres y madres participantes del estudio y el 26,8% de los adolescentes y jóvenes la edad debería ser en torno a los 13,5 años.
Sobre el acceso a las redes sociales, el estudio nos permite conocer que los jóvenes y adolescentes consideran que accedieron a una edad adecuada que se sitúa en los 12,5 años, particularmente medida por la creación de su primera cuenta de WhatsApp. Para los padres y madres de hijos de 8 a 12 años, la edad se ubica en los 9 años y hubieran preferido que se acercaran a las redes 2 o 3 años más tarde.
a una edad más tardía.
En el caso particular de Youtube, la edad de inicio de los jóvenes entre 16 a 22 años fue de 10 años, pero en la actualidad según los padres con niños de 8 a 12 años, la edad ha descendido a los 7 años.
Ahora bien, sobre el primer aspecto, tanto los padres y las madres, como los jóvenes y adolescentes en el estudio identificaron los siguientes riesgos:
- El acceso a contenidos sexuales o violentos a una edad en la que no estaba preparado para ello.
- Que una persona adulta contacte con una menor de edad con fines sexuales.
- El envío o reenvío de una foto íntima sin el consentimiento de la persona.
- Llevar a cabo una acción que provoca un daño en otra persona sin ser realmente consciente.
- Recibir burlas, críticas o juicios hacia la propia imagen.
- Estar expuesto a unos estándares inalcanzables de belleza y de vida.
Y cuando profundiza el estudio en los riesgos que realmente han experimentado los jóvenes y adolescentes, destaco sólo los 5 primeros:
- El 43.2% ha recibido fotos sexuales sin haberlas solicitado.
- El 41,8% ha recibido mensajes insistentemente, buscando quedar o tener una relación.
- El 40,2% ha recibido comentarios sexuales sin haberlos solicitado
- El 39,6 % ha accedido de forma involuntaria a contenido o mensajes sexuales.
- El 39,3% ha recibido burlas, insultos, mensajes hirientes o amenazas por algún contenido que ha colgado en redes sociales.
Nótese que en esos hechos concretos hay un denominador común, la exposición de los niños y adolescentes a contenido que no solicitaron, al cual no accedieron, en consecuencia que simplemente llegan a su cuenta, por lo que pueden pasar desapercibidos o bien atraparlos por la curiosidad; por lo tanto es allí donde encontramos uno los principales riesgos y que justifican la preocupación legítima de los padres de cómo enfrentarlos.
En un estudio que coordiné en la Asociación Eccos de Paz, sobre el nivel de preparación de los padres y madres para contrarrestar los riesgos en las redes sociales para los niños y adolescentes, publicado el pasado mes de junio 2024, coincide con el estudio de la Fundación La Mutua, al destacar que para un 95% de los padres encuestados, los riesgos existen y son prácticamente los mismos señalados por el estudio a que hago referencia en los párrafos anteriores. (4)
La edad como elemento para contrarrestar los riesgos
Para enfrentar esos retos y valorar cuándo nuestros hijos deben acercarse o usar móvil, hay tres preguntas que encuentro muy útil para que cada padre valore su realidad y definan cómo manejar la situación con los hijos; esas preguntas las formula el psicólogo clínico de Children´s Health y profesor adjunto de UT Southwestern Nicholas J. Wester(5) ellas son:
- ¿Es su hijo lo suficientemente responsable como para encargarse de un teléfono?
- ¿Podrá usarlo de forma adecuada, interactuar con amigos y publicar en las redes sociales?
Plantea que la edad de los niños no debería impulsar su decisión, la madurez y el nivel de responsabilidad demostrado por el niño son los elementos que en última distancia el Dr. Wester define deberían privar en la decisión de los padres de cómo acompañar el acceso a la tecnología de sus hijos menores.
Precisamente la edad para acceder a los móviles es un tema que durante el mes de septiembre 2024 encontró presencia en los medios por varias razones, veamos cuáles son:
1.- Por estar en la agenda política del Gobierno de Australia.
Una nota de prensa publicada por ABC nos permite conocer que el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, anunció en septiembre que este año introducirá una ley federal para establecer que la edad mínima para acceder a las redes sociales sea entre los 14 y 16 años de edad. (6)
2.- Por reconocer experiencias exitosas que en esta materia han impulsado padres, madres junto a colegios. Un artículo publicado en El País, nos presenta experiencias pioneras en España, particularmente en Zarautz (Gipuzkoa) en donde junto a los centros escolares, crearon un movimiento que llevó a reducir el uso de móviles en los adolescentes, en tal sentido, para el año 2019, cuando la iniciativa dio sus primeros pasos, dice la nota, se registraba que para el 1 de la ESO el 99% de los estudiantes tenían móvil a los 12 años, ahora, el 90% de los que empiezan el 2do de la ESO no tienen móvil, datos que aporta, según la cita, Miren Ros, educadora y promotora de esa iniciativa llamda “Nuestra opción, nosotros 16”.
El artículo mencionado de El País, hace referencia a otras experiencias igualmente exitosas en ese sentido en Bergara, Usurbil y Ondarroa. (7)
Investigando sobre el tema, encuentro una página web de un colegio en Donostia, San Sebastián, que en su portal web, al anuncia el inicio del año escolar 2024-2025, destaca una campaña para retrasar el uso de los móviles en los alumnos de primaria, la cual es impulsada por los padres y madres de ese centro escolar. (8)
Así mismo, debo señalar, que hay experiencias similares fuera de los límites de España, específicamente en Greystones, se puede ubicar otra experiencia exitosa, se trata de un pueblo irlandés de 20.000 habitantes en donde padres y escuelas de primaria adoptaron voluntariamente el compromiso o pacto de frenar el uso de los móviles en los más pequeños. (9)
La idea es muy sencilla, todos acordaron ser parte de la estrategia procurando que los niños en Greystones y Delgany si van a un club de tenis, a un campamento de fin de semana o a la playa, sientan que todos son iguales a otros a su edad y que nadie tenga móvil”. Si bien las noticias son del 2023, seria interesante conocer el impacto actual de ese pacto entre padres y escuela.
3.- Las plataformas sociales se preparan para regular su uso por parte de adolescentes. Instagram ha anunciado su política de impulsar “cuentas para adolescentes”, que según destaca el portal Xataca, “llega justo a tiempo, cuando algunos pasíses están barajando regular por ley las edades mínimas para tener acceso a redes sociales. (10)
Según la información publicada en Xataca, Meta describe esa iniciativa como «una nueva experiencia para jóvenes guiada por los padres». Cuando un menor se cree una cuenta en Instagram, por defecto será una cuenta para adolescentes y eso tiene ciertas implicaciones en lo que al contenido ofrecido se refiere. El objetivo, deslizan desde Meta, es «ayudar mejor a los padres y darles la tranquilidad de que sus hijos están seguros con las protecciones adecuadas».
No resulta fácil definir una edad para el uso de los móviles y el acceso a las redes sociales, pues todos sabemos que los niveles de madurez en los niños y adolescentes varían, pero la mayoría de expertos parecieran coincidir que son los 12 años una edad de referencia adecuada.
Pero, también advierten el papel de acompañamiento de los padres y madres en ese proceso y la capacidad de compartir con los centros escolares la responsabilidad de recorrer el camino para que los niños, adolescentes y jóvenes se acerquen a la tecnología conscientes de sus importantes aportes positivos, pero alertas por los riesgos que existen, en esto la educación es clave.
Hay también coincidencia que el tema no es prohibir, porque es prácticamente imposible, la estrategia más idónea es retrasar el acceso a los móviles y a las redes sociales, ello no se logra con una ley o reglamento, sólo es posible si los padres, madres y docentes participan en alianza promoviendo una cultura responsable de uso de los móviles y las redes sociales, en un proceso de acompañamiento progresivo en el acercamiento de los niños y adolescentes al mundo de la tecnología a través del móvil y en consecuencia de las redes sociales.
La tecnología es una realidad que por mucha resistencia que podamos tener, está condicionando cada vez más nuestra dinámica diaria, tanto que ha transformado la forma de comunicarnos en nuestras relaciones sociales y laborales, creando incluso desigualdades intergeneracionales importantes.
Es un tema que no se agota, exige reflexión permanente, principalmente por todos aquellos que tenemos niños pequeños y por quienes diariamente son responsables del proceso educativo de nuestros hijos. Sabemos que la tecnología es muy dinámica, hemos sido testigo de ello, va evolucionando tanto que nadie puede dudar que hoy representa un poder real, tanto en lo político como en lo social, con capacidad de crear una realidad virtual que no corresponde a la realidad fuera del mundo online, atrapando a muchos en ese espacio donde la posverdad y la intolerancia encuentran espacio.
Carlos Romero Mendoza.
@carome31