La calidad del mensaje político en estos tiempos

La Democracia es la mejor máquina que se “ha inventado nunca para permitir al hombre ser libre y no estar sometido a la voluntad arbitraria y tiránica de otros hombres”, la cita corresponde a Giovanni Sartori en su obra La Democracia en 30 Lecciones[1], pero siempre está en potencial peligro, porque para lograr la “gestión y la creación de una buena ciudad confía en sus ciudadanos”.

Sartori expone en esa obra que no le preocupa la máquina, lo que más le preocupa son los maquinistas, refiriéndose a nosotros los ciudadanos, pues la mayoría, advierte, no muestran interés, no les interesa votar o no están mínimamente informados.

Pensando precisamente en esos maquinistas, me preocupa que el mensaje verbal e incluso el modelaje político que puede percibir el ciudadano español, no es precisamente aquél que contribuye a fortalecer la confianza del ciudadano y menos aún, permite “dibujar” un modelaje de la acción política, por así decirlo, hacia las nuevas generaciones que buscan entender y comprender el valor de la democracia y la importancia de participar.

Las diferencias entre el PP y el PSOE, principales partidos políticos que registran en las elecciones de julio 2023 más del 60% de los electores españoles, abren las puertas para que la intolerancia política y el mensaje de odio encuentren espacio desde quienes están llamados a servir de modelaje cívico en el diálogo y el debate constructivo para preservar la cohesión social y con ella la democracia.

A continuación cito algunos hechos que han despertado mí preocupación y que me llevan a compartir estas reflexiones; empiezo citando al periodista español Raúl del Pozo, quien según noticia publicada por Libertad Digital, calificó como “discurso de odio” la participación del diputado del PSOE, Oscar Puente en la sesión de investidura de Alberto Nuñez Feijóo[2] .

Por cierto, el diputado Puente, es calificado como un perfil agresivo e incorrecto para responder a Feijóo en la primera sesión de la investidura, según Pablo Iglesias, expresidente del Gobierno, para quien Puente puede ser “un macarra”[3].

“Hay gente exaltada y determinados discursos no contribuyen”, apuntan desde el entorno del exAlcalde de Valladolid Oscar Puente, en ocasión a un altercado que tuvo el diputado Puente con un usuario del tren en la ruta Valladolid-Madrid cuando se trasladaba para asistir a la segunda sesión del intento de investidura de Alberto Nuñez Feijóo[4].

Independientemente del análisis que podamos hacer del discurso del mencionado diputado, hay un hecho que si bien pudo haber sido algo aislado o fortuito, no debemos perderlo de vista en el análisis integral, porque de escalar las diferencias entre PP y PSOE, así como profundizar el discurso agresivo o violento, puede despertar la intolerancia de algunas personas, más aún en un clima político polarizado.

Para el PSOE, la participación del diputado Puentes fué, sin duda, una estrategia, y algunos podrán afirmar que en un debate posiciones así son válidas, pero es importante destacar, al menos así lo creo, que no se trataba de un debate ordinario, se trataba de un evento sobre el cual el interés mediático estaría presente, por lo que era de esperarse que hubiera interés de muchas personas en observar y escuchar lo que allí se dijera.

Pero la calidad en el mensaje y el discurso no se limitó con las palabras del Diputado, sino que además, las palabras de la diputada de ERC, Teresa Jordá en contra del Rey, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y otras instituciones del Estado, así como las palbras de Santiago Abascal, VOX, contra Pedro Sánchez, Presidente en funciones, llevaron a la presidenta del Congreso de Diputados, Francina Armengol, a ordenar retirar del Diario de Sesiones las “ofensas” que ha proferido la diputada de ERC, Teresa Jordá contra el Rey, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y otras instituciones del Estado, así como las palabras de Santiago Abascal, VOX, contra Pedro Sánchez[5].

Así mismo, no podemos olvidar el coro de voces que se hizo en el Congreso llamando “cobarde” al presidente en funciones, Pedro Sánchez, por no debatir en la sesión de investidura, lo que llevó al Congreso a solicitar respeto por las instituciones, la cámara y a los ciudadanos.

Tanto en la sesión del Congreso, como a lo largo de la campaña electoral para las elecciones generales, el mensaje de mentiroso, dirigido a Feijóo y a Sánchez, así como las acusaciones mutuas sobre el irrespeto a las instituciones democráticas y a la Constitución de ambos por distintos casos, hacen necesario preocuparnos por el mensaje que reciben los maquinistas, más cuando experimentamos en el mundo un importante decrecimiento de la confianza en la democracia como modelo para enfrentar los desafíos existentes, sin olvidar y menos aún subestimar, los aires de guerra que se mueven en torno a la invasión en Ucrania.

Hubo además, otros hechos como el altercado del diputado Puentes con un ciudadano, que no puedo ignorar y que comento, porque si miramos de manera integral el clima de polarización y de un verbo violento, debemos estar muy atentos para valorarlos en su justa medida, ellos son por ejemplo los tres golpes en el cachete del Alcalde de Madrid, que generó como era de experarse la dimisión del concejal que realizó la ofensa[6] y el segundo caso, la conducta de  la presidenta de las Cortes Generales de Aragón, de no saludar a la ministra de Igualdad en un evento sobre Garantía de los Derechos Sexuales y reproductivos, que fue realizado en el marco de la presidencia española de la Unión Europea, por lo tanto no era un evento nacional; situación que generó cuestionamientos entre PSOE, PP y VOX en una sesión del pleno de la Corte, en la que el PP expresó su apoyo a la Presidenta de las Cortes[7].

Esa última situación es preocupante, si nos imaginamos un escenario en el cual los municipios y autonomías empiecen a expresar apoyos de unos contra otros.  No cabe duda que los maquinistas a que se refiere Sartori, interpretan el lenguaje tanto verbal y visual de las autoridades políticas, y no resulta fácil para la sociedad civil contrarrestar el discurso de odio y trabajar por una sociedad con un mínimo de armonía y paz en la convivencia si las autoridades políticas no demuestran capacidad de estar por encima de las diferencias.

Vivimos tiempos muy complejos, en el cual no resulta fácil encontrar un buen modelaje político en un contexto en el que todo está cuestionado, desde la ONU y sus ODS2030, pasando por el cambio climático y sus efectos y hasta la Iglesia Católica no escapa de esa realidad.

 

Carlos Romero Mendoza

@carome31

Acerca de Carlos Romero 170 artículos
Director de Asociación Civil Eccos de Paz. Estudioso e investigador de temas locales y de participación ciudadana, con experiencia en docencia universitaria y autor de varios libros y artículos sobre institucionalidad local.