Es normal pensar que, con fondos económicos suficientes, todas las puertas se abren, pero esto no es precisamente lo que está pasando con los empresarios que han emigrado a Miami.
En otros artículos hemos explicado la gran pérdida de capital que sufren muchos empresarios quienes insisten en emigrar para los Estados Unidos al tener que mantener sus operaciones para justificar su legalidad en el país anglosajón. En este artículo, hablaremos de aquellos que ya obtuvieron su residencia legal, e incluso hasta el deseado pasaporte azul, es decir, la ciudadanía americana.
Lo que está pasando hoy en día con este gran número de empresarios legales en Estados Unidos, principalmente en el sur de la Florida, es que se han dado cuenta de que sus fondos económicos se están desvaneciendo cada vez más rápido.
Por los años de experiencia asesorando a empresarios latinoamericanos que han querido emigrar para Estados Unidos, puedo resumir que hay principalmente dos grupos:
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Empresarios que mantenían sus empresas productivas en sus países de origen y estás los alimentaban económicamente para vivir tranquilamente; y
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Empresarios que sin tener empresas operativas pudieron acumular suficientes cantidades de dinero para poder vivir holgadamente hasta encontrar nuevas inversiones para seguir generando ingresos en los Estados Unidos.
En el primer grupo, como ha sido en el caso de los venezolanos, sus empresas han tenido que ir cerrando operaciones por las razones que ya se conocen, y ese flujo de dinero prácticamente ha desaparecido, ahora solo viven de los ahorros acumulados tratando de buscar en que invertir para no seguirse descapitalizando.
Por supuesto, esto solo aplica para los que fueron suficientemente inteligentes y ahorraron o invirtieron inteligentemente, es decir, los que anticiparon que por la situación del país tarde o temprano tendrían que cerrar sus operaciones. Los que se dedicaron a mantener su estilo de vida en Miami sin producir, ahora están en grandes problemas económicos.
El segundo grupo tampoco ha corrido con mucha suerte. Se fueron a Miami para disfrutar de sus años dorados y en esa búsqueda de inversiones para evitar consumirse sus ahorros, terminaron perdiendo grandes cantidades, pensando que los márgenes de ganancias y los hábitos de consumo en el país anglosajón eran iguales o mejores que en sus países de origen. Un gran número de ellos, se dejaron llevar por las recomendaciones de empresas que solo buscan ganarse una comisión vendiendo negocios o franquicias.
Muchos de estos empresarios emigraron a Estados Unidos inicialmente bajo la figura de la visa L-1 (Transferencia Empresarial) y la visa EB-5 (inversión de 500.000 dólares).
Aquellos empresarios quienes, si fueron correctamente asesorados en el aspecto migratorio, desde el momento en que ya han logrado su residencia e incluso su ciudadanía americana, ahora están emigrando a España.
La gran mayoría de este grupo ha viajado a España y se sienten muy identificados con la cultura española, para empezar, es el mismo idioma y ya eso es bastante. Después de varios años viviendo en Miami, se han dado cuenta de que no han logrado la tranquilidad económica y la calidad de vida que buscaban al momento en que decidieron emigrar. Si es cierto que Miami se ha convertido en una ciudad muy costosa en los últimos años, esto no es secreto para nadie. Por lo tanto, muchos empresarios se han replanteado y decidido emigrar al país ibérico para poder sacarle más provecho a sus ahorros permitiéndoles disfrutar de esa calidad de vida a un menor costo.
España ha sido inteligente en el aspecto migratorio ya que le ha abierto las puertas a los iberoamericanos sin necesidad de que tengan que invertir, como lo tuvieron que hacer en su momento para emigrar para Estados Unidos. Bajo la residencia no lucrativa, vía migratoria que el Grupo SIEspaña ha dado a conocer en américa latina, miles de familias han podido emigrar a España como residentes sin necesidad de inversión en los últimos años.
Mi recomendación para esos empresarios que emigraron para Estados Unidos y que aun cuentan con fondos económicos, es que si consideran que no han logrado la calidad de vida que buscaban y su capital se está desvaneciendo, que no esperen hasta el último momento. Con lo que cuentan actualmente es muy probable que puedan emigrar a España y poder disfrutar de sus años dorados en el país ibérico.
Alexandre Rangel
Director General del Grupo SIEspaña