Para el Global Risk Report 2024 (1) la desinformación es un fenómeno que se ubica en el primer lugar de los riesgos globales para los próximos 2 años y además, el mencionado informe estima que por una década seguirá presente entre los 5 principales riesgos, que como sociedad nos impone el desafío de ocuparnos además de preocuparnos por nuestra calidad de vida en el marco del único modelo que como bien lo expresó Giovanni Sartori en su obra La Democracia en 30 Lecciones, es la mejor máquina inventada para que el hombre pueda vivir en libertad.
Julia Alicia Olmo y Romero (2), nos dice en trabajo realizado en el 2019 para el Real Instituto Elcano, titulado: Desinformación: concepto y perspectiva, que la desinformación ha entrado de lleno y con fuerza en la vida política, económica y social, tanto en nuestra esfera privada, como también en nuestro lenguaje habitual y agrega, que es un término asociado a posverdad, ciberseguridad o injerencias.
Olmo y Romero quien firma el trabajo mencionado como Embajadora en Misión Especial para las Amenazas Híbridas y la Ciberseguridad de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, nos presenta la desinformación como la difusión intencionada de información no rigurosa que busca minar la confianza pública, distorsionar los hechos, transmitir una determinada forma de percibir la realidad y explorar vulnerabilidades con el objetivo de desestabilizar.
Y para comprender mejor los efectos de la desinformación, de manera categórica Olmos y Romero la califica como una estrategia para obtener ventajas políticas, minar valores democráticos y extender una narrativa capaz de cambiar nuestra realidad, además, agrega, es una forma barata y eficaz de injerencia, como se evidenció con la posible interferencia rusa en las elecciones de USA 2016, también menciona el ejemplo del referéndum del Brexit y otros procesos electorales como el referendo en Cataluña.
The New York Times publica un artículo firmado por Elda Cantú el 16 de enero 2024, en el cual se destaca que el año 2024 será el año con mayor actividad electoral en el mundo, nos habla de más de 80 elecciones importantes en el mundo, que representan la mayor cantidad de elecciones en al menos las próximas 2 décadas. (3)
Cantú advierte que hay motivos para preocuparnos por las democracias, porque además de los desafíos que supone responder ante los fenómenos de las grandes migraciones, conflictos internacionales, creciente brecha económica y polarización, la desinformación se asoma creando muchas oportunidades para causar problemas».
El portal web Newtral (4) precisa que en el 2024 se realizarán elecciones en 70 países a las cuales están llamados a participar electoralmente más de 4.000 millones de personas, en consecuencia, la desinformación podría profundizar la inestabilidad global que ya experimentamos.
Cómo ya lo hemos visto en muchos casos, por ejemplo Venezuela, el hecho de coincidir muchos procesos electorales en un mismo año, no supone que la democracia se fortalece, por el contrario, representa muchas oportunidades para que la desinformación impacte negativamente la legitimidad de los procesos electorales.
Cómo nunca antes, el ejercicio del voto debe ser valorado en la actualidad como una forma de preservar los valores en los cuales reposa la democracia; es decir, debe asumirse por candidatos y electores como una responsabilidad cívica que trasciende lo electoral.
En junio 2024 son las elecciones Parlamentarias en la Unión Europea y en ese contexto, varias noticias han anunciando distintas respuestas que se van generando en alianza con sectores privados para enfrentar la amenaza de la desinformación, a continuación destaco aquellas que recientemente han sido anunciadas y que, sin duda, resultan objeto de seguimiento para valorar su impacto.
La primera iniciativa, nos presenta el compromiso de la red social Meta en esta materia, que públicamente anunció su compromiso con la creación de un equipo para luchar contra la desinformación, denominado Centro de Operaciones Electorales, a través del cual se propone identificar posibles amenazas y poner en marcha medidas de mitigación en tiempo real, según ha informado Marco Pancini, responsable de Meta para asuntos de la Unión Europea.
La misma nota nos informa que en esta materia, Meta para asuntos de la UE viene desarrollando un trabajo en alianza con 26 organizaciones independientes de verificación de datos en toda la Unión Europea en 22 idiomas. (5)
La segunda iniciativa nos lleva a TikTok (6), que también ha asumido el compromiso de crear un centro electoral para enfrentar la desinformación durante el proceso electoral europeo y que será replicado en los idiomas locales de cada uno de los 27 países europeos.
La nota que informa sobre esta iniciativa nos anuncia que la misma será activada este mes de marzo 2024 en colaboración con las comisiones electorales de cada país y que a través de la misma, se busca brindar información confiable y autorizada a sus usuarios europeos que según la nota, son unos 134 millones.
Es oportuno agregar que en esta iniciativa colaborarán agencias de noticias como AFP y Reuters, y que así como en el caso de Meta, también, según la noticia publicada por la plataforma web Hipertextual, TikTok, tiene alguna experiencia en esta materia entre 2021 y 2023 en las elecciones realizadas en Grecia, Países Bajos, Polonía, Eslovaquía y España, en este último caso, se destaca que durante las elecciones generales, trabajó junto con las plataformas Newtral y Maldita en la producción de vídeos educativos sobre los comicios.
La tercera iniciativa, nos lleva a Google, que anuncia la preparación de una campaña para enfrentar la desinformación en cinco países de la Unión Europea antes de las elecciones parlamentarias, la misma consistirá en anuncios animados que compartirá en plataformas como TikTok y YouTube en Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Polonía.
La noticia publicada por VOA (7), agrega que esos anuncios incluirán técnicas como “prebunking”, que fue desarrollada en colaboración con investigadores de las universidades de Cambridge y Bristol para ayudar a los espectadores a identificar contenidos manipulados antes de encontrarlos.
La cuarta iniciativa se desarrolla en el área de la sensibilización y concienciación en esta materia, y la misma involucra a 16 centros educativos de toda Cataluña, a través de un programa que busca fortalecer la capacidad crítica de los estudiantes, promover la alfabetización mediática y reforzar las herramientas para identificar la desinformación en sus múltiples formas (8).
Un total de casi 700 estudiantes de 3 y 4 de Educación Superior Obligatoria (ESO) y 1o de Bachillerato, inscritos en el programa de Escuelas Embajadoras del Parlamento Europeo en Cataluña participarán en este programa impulsado por la Oficina del Parlamento Europeo en Barcelona y la Generalitat de Catalunya, el cual se desarrollará desde el 27 de febrero hasta el 3 de mayo.
Sobre el programa, se puede conocer que el mismo consiste en talleres de una hora y media de duración, dirigidos por la asociación Learn to Check, a través de los cuales los participantes podrán contrastar y verificar la información que reciben como usuarios en las redes sociales; serán sesiones eminentemente prácticas, que contarán con ejemplos de desinformación en el contexto de las elecciones europeas y promoverá la reflexión sobre el impacto de esos contenidos en los resultados de los comicios.
La quinta iniciativa, es un proyecto que supone la alianza de 6 organizaciones europeas, denominado DoCHECK! (9), que es presentado como un programa de alfabetización mediática contra la desinformación, financiada por la Unión Europea y cuya misión es empoderar a jóvenes de 14 a 18 años, así como a sus familias y educadores, para desarrollar sus habilidades digitales, mejorar su seguridad en línea y fomentar el pensamiento crítico.
Los seis socios de este programa son: Fundación Cibervoluntarios (España), EPAL Kaisarianis (Grecia), la European School of Brussels II (Bélgica), el Centro culturale Francesco Luigi Ferrari (Italia), WeSchool (Italia) y Newtral (España), quienes el pasado 26 de febrero anunciaron sobre una reuniòn de trabajo para poner a prueba los materiales y recursos creados para lograr fomentar el pensamiento crítico y la alfabetización mediática en torno a la desinformación.
Por último, luego de compartir el hallazgo de estas 5 iniciativas que son expresión concreta de la respuesta institucional y privada para abordar la desinformación en el marco de las elecciones parlamentarias de la Unión Europea a celebrarse en junio 2024, no puedo cerrar el artículo sin mencionar una última iniciativa, en este caso, del Parlamento Europeo, que cumpliendo con sus funciones propias, aprobó el pasado 27 de febrero unas nuevas reglas sobre transparencia y orientación de la publicidad política.
Creo oportuno citar las palabras del parlamentario italiano Sandro Gozi, sobre las normas aprobadas para poder entender el contexto en el cual se adoptaron (10):
«Las tecnologías digitales hacen que los ciudadanos sean más vulnerables a la desinformación y a las interferencias extranjeras. Ahora más que nunca, es crucial salvaguardar nuestros procesos democráticos y electorales. Las normas adoptadas hoy jugarán un papel fundamental para ayudar a los ciudadanos a discernir quién está detrás de un mensaje político y tomar una decisión informada cuando se dirigen a las urnas. Al acercarse las elecciones europeas, instamos a todas las principales plataformas en línea a que empiecen a aplicar las nuevas normas lo antes posible y garanticen que el espacio digital siga siendo un lugar seguro para intercambiar ideas y opiniones políticas».
Para Euronews (11), las normas adoptadas y que esperan por la aprobación del Consejo, regulan la publicidad política, en ese sentido, se establece la prohibición de anuncios políticos basados en perfiles y uso de datos de menores; así mismo, además de prever que todo anuncio político debe estar claramente etiquetado con información sobre quién lo paga y cuánto ha costado, buscan restringir la injerencia extranjera principalmente en Internet.
Así mismo, el artículo de Euronews, acertadamente nos recuerdas que las plataformas ya tienen un marco legal al cual deben someterse en materia como por ejemplo: recopilación de datos, privacidad, desinformación y discurso de odio que se conoce como la Ley de Servicios Digitales, aprobada en el año 2023.7
Estas iniciativas tanto las normativas como las orientadas a desarrollar acciones para identificar y contrarrestar la amenaza real de la desinformación, son actuaciones necesarias e ineludibles, pero hay mucho por hacer en un campo en el que siempre quedaremos cortos: la sensibilización y concientización.
Luego de participar en el monitoreo de los mensajes de odio en el marco de las elecciones generales de España 2024 para un Informe en la organización Eccos de Paz, me quedó aún más claro, que la tecnología puede ser muy útil, pero también representa un gran riesgo porque su uso mal intencionado, principalmente a través de cuentas falsas creadas para imponer una narrativa, particularmente en el campo de la política, son amenazas concretas que se potencian en la medida que son divulgadas masivamente por los propios usuarios.
Por ello, nuevamente cito a Giovanni Sartori, cuando advierte en su obra La Democracia en 30 Lecciones, que la democracia siempre estará potencialmente en riesgo y que su preocupación no es tanto la máquina, que es lo mejor que se ha creado, su preocupación son los maquinistas, que somos nosotros los ciudadanos.
Por último, es necesario reafirmar que las redes sociales, en especial en estos tiempos, tienen una enorme responsabilidad en preservar la confianza en la democracia, pero también nosotros, usuarios de esas redes, compartimos esa responsabilidad en cada oportunidad que ejercemos nuestra libertad para expresarnos, divulgar información y contenidos a través de las mismas.
Carlos Romero Mendoza.
@carome31