En estos momentos se está anunciando, por parte del gobierno de España, por todos los medios que tiene a su alcance que el producto interior bruto del país ya ha alcanzado el nivel de antes de la pandemia.
Pero esto no es exactamente de esta manera, pues obviamente, siempre que se vaya a hace una comparación de esta índole hay que realizar una consideración del tiempo existente. Y en este caso en concreto, por citar algo con claridad, se debe efectuar una corrección a través de la inflación habida en cada uno de los años, que hay en ese periodo de tiempo. Por eso cualquier economista conoce perfectamente la diferencia que existe en valores corrientes o nominales y reales o constantes. Y eso es precisamente lo que no se está teniendo en cuenta en esta ceremonia de la confusión que se está padeciendo, por parte de la mayoría de los españoles, cuando les exponen los datos inexactos que evidentemente además, son espurios y que son los que conviene al que realiza esas aseveraciones.
Resulta palmario que si es que la cifra del pib ha alcanzado el nivel que dicen, es como consecuencia por citar ahora una, sin ningún lugar a género de duda, la enorme inflación que ha experimentado todos los productos y servicios en España. Además también se debe tener en cuenta en este análisis qué parte realmente tiene en ese producto interior bruto, lo que corresponde a lo aportado por parte por lo entendido generalmente como lo Público. Y obviamente, si se realizan esas consideraciones en la cifra expuesta del pib actual ya ofrece claramente otro nivel que es bastante alejado a la que nos están diciendo.
Llama la atención que se intente realizar esta confusión evidente y que nadie o muy pocos, expongan con claridad, que todo este modo, se puede decir, de faltar a la verdad, por utilizar un eufemismo, es algo inaceptable. Porque si es algo obvio que todo ésto es bien sabido, se debe exponer sin ambages, que lo que tratan de transmitir a la ciudadanía no es así. Pues si los ciudadanos del país no conocen la realidad, pueden llegar a adoptar decisiones muy nocivas para sus economías. Y que se vean abocados, concretamente por esas decisiones, a escenarios no deseados, que les afecten muy negativamente a ellos y a sus seres queridos.
Por lo que indudablemente es un deber señalar, por parte de los economistas, toda imprecisión, en materia económica, que pueda llegar a conllevar con su confusión a los ciudadanos a escenarios anteriormente expuestos, pues afecta también de manera negativa, irrefutablemente, a la Sociedad en la que están encuadrados.
Y sobre todo el presidente Sánchez y su ministro Calviño deberían de cejar en el empeño de hablar de la Economía española tildándola de moto, pues la realidad es que España se encuentra, en materia de Empleo, al final de los países europeos, la productividad tiene una tendencia a la baja como consecuencia, por citar algunas de sus causas, de unos recursos humanos cada vez peor formados y una motivación exigua, por mor de los bajos salarios que ya hace bastantes años, Europa pidió que se elevaran al 60% de la media europea, en lo relativo al salario mínimo interprofesional. Y el problema grave existente de Vivienda que hace que demasiados trabajadores ya no puedan tan siquiera, alquilar una vivienda y tengan que compartir los pisos.
Sin olvidar exponer tan sólo, que alrededor del 25% de los habitantes de España, se encuentran en riesgo de pobreza. Además de que existen claras preocupaciones por lo que vienen llamándose cisnes negros, como pueden ser en ámbitos sanitarios, militares etc. que pueden trastocar absolutamente todo. Y también factores que son muy preocupantes que incluso el profesor de la NYU, Nouriel Roubini ha expuesto como son : La madre de todas las crisis de deuda, Fracasos públicos y privados, la bomba de tiempo demográfica, la trampa del dinero fácil y el fin del boom, la gran estanflación que viene, el colapso de las divisas y la inestabilidad financiera, El fin de la globalización, La amenaza de la inteligencia artificial, La nueva Guerra Fría y un planeta inhabitable.
Todo lo cual hace indefectiblemente, que lejos de sacar pecho espuriamente, lo que se deba es poner en marcha ya estrategias que puedan hacer que estos posibles golpes económicos, tengamos una mejor preparación para soportarlos.
JOSU IMANOL DELGADO Y UGARTE