El confinamiento y las tareas escolares

Confinamiento y tareas online

La situación actual nos ha llevado a cambios importantes en la rutina diaria global. En los últimos meses nuestras vidas han sido transformadas de maneras que no eran previsibles tan sólo unos pocos meses atrás, obligándonos a introducir muchos cambios en muy corto tiempo.  

Como consecuencia, las actividades y procesos se han visto acelerados, relentizados o completamente transformados. Uno de estos sistemas que ha sido profundamente impactado es el Sistema Educativo, que se ha visto forzado a cambiar sus tradicionales esquemas de interacción en todos los niveles y modalidades con el menor impacto posible.

Con el paso del tiempo el cierre total de las instituciones y actividades educativas dejó de ser viable y tuvo que dar paso a otras formas de interacción, no necesariamente nuevas ni mucho menos recomendables para todos los niveles o modalidades del mundo educativo. La educación se vio forzada a encontrar las formas de continuar con sus respectivos procesos en medio de una realidad inmediata y muy diferente.

En especial, los docentes de las escuelas iniciales, básicas y medias han puesto a prueba su creatividad, pero en medio de la presión del Sistema Educativo por no llegar a la paralización total, la opción más a mano fue la de trasladar al hogar una serie de actividades diseñadas originalmente para un contexto muy diferente, sin la presencia habitual y cercana de los profesionales debidamente preparados para ello.

El resultado del primer período escolar en medio de la crisis mundial ha sido diverso, pero en general familias y docentes han tenido que ir entendiendo de una manera diferente el proceso educativo actual y progresar lentamente dentro del caos aparente en medio de la creatividad y del ensayo y error, que por cierto, es una de las formas de aprender.

Desde la Psicología de la Instrucción, en este proceso hemos observado que se ha incurrido algunos errores como:

  1. Trasladar el proceso educativo con todas sus características clásicas al hogar ha sido generalmente la primera reacción, creando inclusive largas sesiones virtuales independientemente de la edad. 
  2. Transformar los procesos de manera unilateral, generalmente de parte de la escuela, sin tomar en cuenta que los padres también han trasladado sus responsabilidades laborales al hogar y la influencia que el confinamiento ha traído en las interacciones familiares.
  3. Dar por sentado que todos los hogares tienen a disposición los mismos recursos y tecnologías y que la familia los maneja satisfactoriamente.
  4. Sobrecargar a los estudiantes de actividades en el afán de “cubrir” el contenido tal y como sería en una situación de completa normalidad.
  5. Presionar a los docentes a crear soluciones rápidas sin tomar en cuenta que el mismo docente y su familia también están pasando por los mismos procesos en su propio hogar.
  6. Mantener los mismos contenidos, sistemas y criterios de evaluación, sobrecargando innecesariamente de estrés a padres, docentes y estudiantes.
  7. Apoyarse exclusivamente en el uso de sistemas virtuales, cuando en ocasiones el ambiente permite otro tipo de interacción o estos sistemas no están disponibles en lugares recónditos o económicamente deprimidos. 

Algunos docentes ya se han percatado de estos y otros errores, evitando para este período escolar trasladar el aula a la casa, introduciendo cambios y experimentando otras formas de interacción. Para ello es necesario diversificar lo más ampliamente posible las estrategias y medios de interacción académica, involucrando a las familias e informándose sobre sus posibilidades reales y viables de apoyo para las actividades académicas.

Por ello es válido experimentar con estrategias creativas, regresar al uso predominante de los libros y textos escolares, evaluar los recursos tecnológicos de los que disponen las familias de un grupo en particular y adaptarse a ellas, probar a diversificar la forma de reportar actividades incluyendo notas de voz, videos, escritos, reflexiones, entre otras actividades, así como analizar si se requieren cambios en los contenidos y sus evaluaciones.

Las familias también han tenido que redimensionar la ardua labor de los docentes, valorando el significado de la escuela y la educación más allá de percibir a la escuela como una guardería, replantearse la interacción y el apoyo de la familia con la educación de sus miembros, incluir cada vez más el amor, la comunicación y la práctica de los valores que siguen siendo esenciales para la sociedad y más en las actuales circunstancias.

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Acerca de Carmen Nagy Tremaria 16 artículos
Venezolano-Húngara. 54 años. Residenciada en Budapest. Licenciada en Psicología (UCV). Especialista en Psicología de la Instrucción (UCV). Psicoterapeuta (28 años de experiencia). Enfoque cognitivo conductual. Ex docente universitaria de pre y post grado (UCV-Caracas, UPEL-IPC-Caracas, Colegios Universitarios-Caracas). Conferencista e investigadora en las áreas de familia y sexualidad adolescente, experiencia con grupos académicos, docentes, familias, niños y adolescentes. Grupos especialmente vulnerables. Scout y terapauta ad honorem en tiempos de pandemia para la Asociación Civil Venezolanos en Hungría (Budapest). Asesora e investigadora en Psicología de la Instrucción, Creadora del emprendimiento Psicomentorías, dedicada a la investigación y divulgación del conocimiento psicológico. Atención psicológica on line, con presencia en las redes sociales y sede actual en Budapest (Hungría). Redes: Psicomentorías (FB, IG, TG). Twitter: Carmen Cecilia Nagy Tremaria