La Asamblea General de la ONU a través de una Resolución de fecha 12 de abril 2018, declaró formalmente el 3 de junio como el Día Mundial de las Bicicletas.
En el texto, reconoce en primer lugar, la singularidad, la longevidad y la versatilidad de la bicicleta, que lleva en uso dos siglos, y en segundo lugar destaca el valor que tienen la bicicleta en la dinámica social, a saber:
1.- Fomenta la creatividad y la participación social y ofrece a este último un conocimiento de primera mano del entorno local, gracias a la sinergía que crea entre la propia bicicleta y su usuario.
2.- Constituye un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud.
3.- Puede servir como instrumento para el desarrollo, no sólo como medio de transporte, sino también al facilitar el acceso a la educación, la atención de la salud y el deporte.
4.- Es un símbolo de transporte sostenible y transmite un mensaje positivo para fomentar el consumo y la producción sostenible, y que repercute beneficiosamente en el clima.
Claramente como está expuesto, podemos identificar los beneficios de la bicicleta en la salud de cada individuo que hace uso de ese instrumento bien como deporte o bien como medio para movilizarse en la ciudad.
Pero también hay un beneficio colectivo, pues como medio de transporte en el marco de una política de movilidad en la ciudad puede contribuir de manera significativa con el clima y reducir los accidentes de tránsito.
Además, la reutilización de las bicicletas luego de ser reparadas, representa un importante aporte a la economía circular.
Recordemos que la economía circular es aquella en la cual se busca reducir, reutilizar y reciclar los bienes y servicios, a diferencia de la economía lineal, que es la que conocemos, en la cual, nuestra cultura como consumidores es comprar, usar y tirar.
En ese sentido, en España la Comunidad Autónoma de Navarra y el Ayuntamiento de Murcia, promueven la reutilización de las bicicletas, a través de un programa de reparación.
En el caso de Navarra opera a través de un aporte de 50 euros por vecino interesado en reparar su bicicleta y responde al plan Reactiva Navarra 2020-2023.
Mientras en el caso de Murcia, opera a través del programa Recicleta mediante el cual, los vecinos pueden donar las bicicletas a la Oficina Municipal de Bicicletas para ser reparadas y luego cedidas a otras organizaciones para su reutilización.
El éxito de esas dos iniciativas españolas está condicionado a la capacidad que tengan esas administraciones públicas de promover esos programa, de concientizar a los vecinos y enmarcar la reutilización de las bicicletas como una alternativa en el marco de la economía circular, como una forma de contribuir con el ambiente y de enfrentar los efectos del cambio climático
La bicicleta fue valorada por el Gobierno español como un medio de transporte seguro a los fines de garantizar el distanciamiento físico necesario para evitar contagios durante el proceso de desescalada y desconfinamiento, tal y como se puede validar en el texto de la Orden SND/380/2020, de 30 de abril, sobre las condiciones en las que se puede realizar actividad física no profesional al aire libre durante la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, a través del cual se gira instrucciones para que las autoridades locales adecuen los espacios públicos primero para quienes caminan y en segundo lugar precisamente para aquellos que utilizan la bicicleta.
El impulso que recibió la bicicleta en abril como medio de transporte útil para prevenir contagios, sin duda alguna fue el incentivo más importante para impulsar las ventas de bicicletas que llevó a un aumento en el mes de mayo del 260% en ventas, hecho que además se repitió en países vecinos como Reino Unido, Francia y Alemania; en este sentido, hay noticias que destacan que en esos países la demanda tan elevada generó listas de espera de hasta 4 meses solo para comprar una bicicleta.
Por cierto, esta modalidad de ayudar a reparar las bicicletas también ha sido asumida como política por los gobiernos de Francia, que ha destinado 50 euros por reparación y Reino Unido, denominado Fix your Bike, en el que se ayuda con 50 libras para la reparación de la bicicleta, en el proyecto el gobierno de Reino Unido ha destinado 2 millones de libras esterlinas.
Estas iniciativas son importante, pero no suficientes, más aún cuando responden a incentivos tan coyunturales como la pandemia, por lo tanto, es importante que las autoridades políticas asuman esta crisis como una oportunidad para impulsar cambios y uno de ellos, encuentra en la bicicleta un instrumento idóneo para abordar la lucha contra el cambio climático, la promoción de la economía circular y promover la movilidad sostenible.
El gran desafío de las autoridades locales es conectar con sus ciudadanos, es promover en ellos el compromiso por cuidar el planeta y actuar en el presente pensando en la generaciones futura.