El argentino Federico P. Girardi, uno de los más prestigiosos cirujanos de columna del mundo, asegura que la formación especializada estadounidense está buscando limitar el acceso a los extranjeros.
Federico P. Girardi nació en Rosario (Argentina). Su trayectoria profesional le llevó hasta Estados Unidos, donde se ha convertido en uno de los más prestigiosos cirujanos de columna del mundo. Su reputación le ha permitido estar relacionado con un gran número de comités para analizar el futuro de la formación sanitaria especializada, los mismos en donde se está estudiando la opción de limitar un cupo a los aspirantes extranjeros, además del incremento en las exigencias académicas y económicas que se han venido sumando en los últimos años.
A pesar de que recomendaría a los médicos españoles cursar el ‘MIR’ norteamericano, sí cree que el sistema de formación sanitario español debería incorporar algunas mejoras considerables, como la realización de exámenes al final de la residencia para igualar los conocimientos y competencias adquiridas en las 17 autonomías así como “implementar programas de subespecialización y fomentar el apoyo a la investigación”.
Asimismo, el profesor de Cirugía Ortopédica de columna del Hospital for Special Surgery Weill Cornell Medicine, admite que “con todo respeto, me parece raro que se ofrezca un servicio sanitario total a alguien que sea ilegal o que no esté pagando impuestos”. De ahí que estime que, a la larga, una sanidad universal no será sostenible económicamente.
¿Cuáles son las grandes diferencias al ejercer la Medicina en Estados Unidos y Argentina?
En Estados Unidos, el ejercer la Medicina es más fácil que en Argentina. El médico tiene sólo que hacer tareas de médico, cuenta con mucha ayuda y remuneraciones más altas. Hay una organización escalonada que permite que la Medicina General trate a la mayor parte de los pacientes y los derive al especialista necesario, lo que reduce el número de pacientes y aumente la dedicación que se puede otorgar a cada uno.
En Argentina, hay médicos que no son muy buenos en los servicios sanitarios y las causas son multifactorial. Un sistema no puede permitir que haya médicos que no se hayan formado o que no practiquen la Medicina desde hace 10 años y trabajen sin ningún problema. Eso no puede ser bueno para el sistema sanitario. Así como tampoco que cualquiera pueda acceder a las facultades de Medicina.
¿Es necesario un acceso al grado más restrictivo?
En Estados Unidos el acceso al grado de Medicina es extremadamente riguroso. Menos del 1 por ciento entra a la universidad. En donde estoy sólo acceden 100 de los 8.000 aspirantes. La selección proviene desde la primaria, el mejor 1 por ciento de las escuelas primarias acceden a las mejores segundarias, la misma fórmula se repite con el Colllege y, finalmente, con la Facultad de Medicina. Además, sólo el 10 por ciento de los médicos ya logran acceder a los mejores lugares profesionales.
En el caso de Argentina, cuando me formé, era una facultad con menos recursos de los que existen en Estados Unidos, pero todos los que se apuntaban quedaban y durante mi primer año tenía unos 5.000 compañeros. En el segundo año ya sólo iban quedando unos 400 y, al graduarnos, éramos unos 200 o 300. Sin ánimos de ser elitistas, la Medicina no es para todos y debe demostrarse vocación y capacidad; así como ocurre en otras áreas, ya que no todos pueden ser pilotos, astronautas o deportistas.
¿Cómo valora el acceso en el grado de Medicina en España?
Más riguroso en comparación con el de Argentina, pero menor al exigido en Estados Unidos. Aunque en los tres países es una carrera pública, en Estados Unidos no es gratuita y requiere de unos altos costes, a lo que se suman los elevados costes de vida. Sin embargo, ese sacrificio se ve compensado con una rápida entrada al mercado laboral al terminar el grado, algo que no sucede en España, donde no todos los recién graduados acceden al Sistema Nacional de Salud (SNS) en la disciplina que les gustaría.
¿Qué aspectos de la formación a especialistas en Estados Unidos recomendaría incorporar en el MIR español?
En el MIR se podrá incorporar la realización de exámenes al final de la residencia para lograr una formación más homogénea de todos los residentes. Así como sumar programas de subespecialización y fomentar el apoyo a la investigación en especialización como Traumatología u Ortopedia, donde no hay guías clínicas que unifiquen las prácticas.
¿Son recomendaciones también trasladables a Argentina?
Lamentablemente, Argentina nunca ha habido un plan de organización sanitaria, por lo que ha sido un poco un ‘sálvese quien pueda’. El cambio tendrá que venir desde las facultades de Medicina, con un acceso más reducido y una mejor formación, permitiendo que se opten a mejores plazas para la especialización. De esta manera se logrará mejorar la calidad en el tratamiento de los pacientes y de la salud pública en general.
Estoy de acuerdo en que todos tengan la oportunidad de estudiar Medicina, pero es algo más complejo que eso. Una masificación sólo generará conflictos en la organización del trabajo, los sueldos y la valoración del profesional, entre otros aspectos.
¿Cuáles son las especialidades que los médicos más anhelan estudiar en Estados Unidos?
Actualmente son Dermatología, debido a que los avances en cosmética tienen un trabajo con poco estrés, con horarios aceptables y una buena remuneración. Antes fueron las de Cirugía Ortopédica, Otorrinolaringología y Cirugía Vascular Periférica, ya que las prácticas quirúrgicas eran mejor remuneradas que las médicas. No obstante, los cambios en el sistema sanitario hacen que la consulta de dos pacientes permita ganar más y con menor riesgo que un cirujano.
¿Recomendaría a los médicos que no acceden al MIR intentar lograr su especialización médica en Estados Unidos?
Es muy difícil. Cada vez se ponen más trabas para los extranjeros. Se quiere limitar el cupo a los extranjeros, por lo que se solicitan más requisitos tanto en las evaluaciones como en materia de divisas. Además, tengo entendido que en España o Argentina no son valorados los estudios realizados en Estados Unidos, por lo que quizá sea recomendable buscar otros lugares.
Es importante tomar en consideración que la formación en Estados Unidos es buena, pero no aplicable a otras sociedades. En mi caso personal, pensé al terminar mis estudios que si volvía a mi ciudad no podría aplicar lo aprendido, ya que los medios y las metodologías son distintas. En este sentido, quizá la mejor opción para un profesional de España es que venga a Estados Unidos a actualizarse sobre algún tema en particular.
¿Considera que la opción de poder emprender con una consulta propia hace que las especialidades de Dermatología o Cirugía Plástica tengan tanta aceptación entre los médicos en su formación especializada?
Ser el propio jefe es muy tentador. En especialidades de alta remuneración, Dermatología o Cirugía Plástica, son más fáciles para emprender en comparación con otras como, por ejemplo, Pediatría.
En Estados Unidos, la Medicina siempre fue muy privada, pero cada vez es más difícil ante el aumento de los costes y la reducción de los beneficios. En ciudades como Manhattan, por ejemplo, es común que se unan unos 40 o 50 médicos para emprender en un negocio propio.
Sin olvidar que los profesionales sanitarios pueden tener que pagar entre medio millón y un millón de dólares por los seguros de mala praxis. Casi no se habla, pero el sistema médico legal de Estados Unidos es uno de los principales factores que aumentan los costes para el profesional sanitario.
¿Cuáles son los grandes retos que se enfrenta el sistema sanitario de Estados Unidos en la próxima década?
Lo económico, legal y falta de planificación. En Estados Unidos, los planes sanitarios de las personas mayores estaban pensado hasta los 65 años, pero ya contamos con pacientes que llegan con normalidad hasta los 90 años, sin que se aumentarán los fondos y, por eso, se habla que está fundido. Esto generará recortes en prácticas que, a la larga, podrá salir más costoso.
¿Y en España y Argentina?
En España, con todo respeto, me parece raro que se ofrezca un servicio sanitario total a alguien que sea ilegal o que no esté pagando impuestos. Tiene sentido desde un punto de vista de integración, pero en el día a día hay que ser práctico, por lo que se terminará por tener que subir los impuestos al resto de la población, ya que la luz que no se paga no se enciende y la sanidad funciona igual.
En Argentina esperamos que la situación mejore con el actual gobierno. Se sabe que con el anterior se abrieron varios hospitales, pero todos estaban vacíos y sin profesionales que les atendieran. Queda mucho por hacer en Argentina, especialmente en la necesidad de sumar infraestructuras, recursos y destinar un mayor porcentaje del PIB. Si la sanidad no es una prioridad gubernamental, los resultados no pueden ser buenos.
¿Una sanidad universal no es viable?
La sanidad universal no es sostenible. Es cierto que no existe un sistema sanitario perfecto y que cada uno se tendrá que adaptar a las características y dimensiones del país. No obstante, es necesario repartir la responsabilidad entre el Estado y la población, para que el esfuerzo de ambos permita crear un modelo más equitativo y un uso más eficiente de los recursos. Está bien ayudar a los que tienen menos, pero no se puede ayudar a todos.