El director de AMIR, Jaime Campos, recuerda que el ratio para los aspirantes externos a la Comunidad Europea es de unos 15 médicos por plaza, aunque invita a mantener el optimismo.
El MIR es el examen iberoamericano más exigente para acceder a la formación sanitaria especializada. Así lo confirma a IberoEconomía el director de AMIR, Jaime Campos, por lo que defiende que “los candidatos extracomunitarios que preparan el MIR cuentan con un nivel suficiente para aprobar todos los modelos de América Latina para convertirse en residentes”. Campos considera que “a pesar de las dificultades para lograr una de las plazas del Sistema Nacional de Salud, nunca deben pensar que han perdido el tiempo en su proceso de preparación”.
Son muchos los aspirantes extracomunitarios que se quedarán sin plaza. A pesar de que, en términos generales, el ratio de la convocatoria 2017-2018 es de aproximadamente dos candidatos por plaza ofertada, el índice asciende considerablemente cuando se valoran las opciones de los médicos sin nacionalidad europea. En este sentido, hay que recordar que hay más de 4.000 aspirantes extracomunitarios para unas 250 plazas (equivalente al cupo del 4 por ciento ofertado por el Ministerio de Sanidad), lo que hace que la tasa se dispare hasta los 15 médicos por cupo abierto.
A pesar de que se conocen las dificultades del proceso, el volumen de extracomunitarios que se inscriben para realizar el examen MIR no ha menguado. “Los trámites para entrar a la formación sanitaria especializada de otros países son muy complejos y subjetivos, por lo que, en algunos casos, suman entrevistas personales que tienen un importante peso en la valoración del aspirante. Esto hace que España siga siendo una opción muy atractiva”, explica Campos.
Ante el repunte del volumen de candidatos provenientes de Colombia, el director de AMIR recuerda que “en este país latinoamericano, los médicos que se forman como especialistas no reciben ninguna paga; al contrario, son ellos quienes deben costear su formación en las universidades”. Es decir, como si pagasen los créditos de un postgrado. Sin olvidar que, por ejemplo, en Centroamérica hay países que no imparten la especialidad de Traumatología o de Oftalmología.
Chile, un paso más adelante
Campos afirma que no existen diferencias entre el perfil de los candidatos extracomunitarios y españoles. “La mayoría suelen ser médicos que han terminado el grado, con un gran interés en mejorar su integración al mercado laboral gracias a la residencia”, precisa el director. Tampoco percibe grandes diferencias dentro de la región latinoamericana, aunque reconoce que “en Chile hay una enseñanza teórica mucho más consolidada y profunda, lo que les hace tener un mayor nivel que el resto de América Latina”.
“En esta región es común que la formación médica esté dividida en cuatro grandes bloques: Medicina Interna, Pediatría, Ginecología y Cirugía. Ésta última abarca muchas de las especialidades que se estudian de forma independiente en España. Por eso quizá sea el área donde es necesario un mayor esfuerzo para preparar el MIR, con la fortuna de que es una disciplina que no suele ‘caer’ en muchas preguntas”, puntualiza.
Otra característica de los candidatos extracomunitarios es su elevada formación práctica. “En su último año de grado hacen un interno que se podría equiparar con un R1 de España, por lo que son aspirantes que pueden atender un parto, estar en Urgencias o hacer una sutura sin ninguna complicación”, explica Campos. No obstante, admite que son conocimientos que, “a pesar de ser un plus, no representan una ventaja competitiva al momento de responder mejor el MIR, pero sí para agilizar la curva del aprendizaje ya en la residencia”.
Ese último año tan práctico hace que los médicos extracomunitarios no puedan afrontar la preparación del examen MIR durante los últimos años del grado, así como es común en España. En este sentido, han tenido que adaptarse al uso de tecnologías para ajustar la preparación a sus horarios y necesidades.
Preparar el MIR a distancia
“Los aspirantes extracomunitarios solían venir a España a formarse. Esa tendencia ya ha cambiado. Actualmente, lo más común es que se inscriban en cursos a distancia, tengan conversaciones online con los profesores y preparen el acceso al MIR desde sus casas”, explica el director de AMIR. Añade que “también es una forma de ahorrarse el coste del viaje y de la manutención durante los meses de estudio. Sin olvidar que le sitúa muy cerca de otras pruebas de acceso a la formación especializada dentro de América Latina”.
Campos afirma que los candidatos extracomunitarios también tienen como primera opción especialidades como Cardiología, Cirugía Plástica y Dermatología, pero advierte que otras disciplinas como Oftalmología y Urología cuentan con una gran demanda por las oportunidades laborales que ofrecen en sus países de origen. Sin embargo, serán muchos los que se quedarán a las puertas del MIR. “La mayoría de los que no logran un número de orden para escoger la especialidad que quieren, o que su posición accederían a Medicina de Familia, suelen volver a presentarse a la siguiente convocatoria”, matiza.
No obstante, el director abre otra posibilidad: “en América Latina existe mucha movilidad de médicos y la preparación del MIR puede ser una garantía de entrada a cualquiera de los modelos de formación especializada de la región”. Por eso invita a valorar esta opción, siendo Chile uno de los destinos más atractivos en la actualidad.