La Conferencia de Política Universitaria ha aprobado la petición de la Universidad de Vic para ofertar el grado de Medicina. La institución, que depende del Ministerio de Educación, ha aprobado un total de 80 plazas para la próxima convocatoria 2017-2018, lo que se traduce en 10 estudiantes menos de los solicitados originalmente por la casa de estudios. Con esta aprobación, la oferta sanitaria asciende hasta las 42 facultades de Medicina en toda España.
No todos están contentos con el anuncio. El Consejo de Estudiantes de Medicina (CEEM) y el Consell d’Estudiants de Medicina de Catalunya (Cemcat) han publicado un comunicado donde se oponen “frontalmente al aumento de númerus clausus y a la proliferación de nuevas facultades debido a la repercusión negativa de dichas medidas sobre la formación médica y la calidad del sistema sanitario”. En este sentido, recuerdan que en los últimos años se ha producido “un crecimiento exponencial del número de estudiantes y facultades, lo que ha supuesto que en el breve período de diez años hayan aparecido un 50 por ciento más de títulos de grado, con respecto a las 28 que había en el año 2008”.
Para la representación estudiantil, la aprobación de la octava facultad de Medicina en Cataluña supone un “aumento desmesurado del número de estudiantes de Medicina que se matriculan en primer curso en todo el Estado, produciendo un aumento sustancial del gasto público, además de un incremento en el número de estudiantes de prácticas en unos hospitales ya de por sí saturados”. En la misma línea, Sara Vargas, vicepresidenta de Asuntos Externos del CEEM, precisa que “la masificación de los hospitales supondría un detrimento en la calidad asistencial de los pacientes y un retroceso en la excelente formación en el ámbito médico que actualmente se ofrece en nuestro país, lo que acabaría derivando en un menor trato con los pacientes y, en consecuencia, una grave deshumanización de la Medicina”.
Finalmente, argumentan que un graduado en Medicina sólo puede ejercer su profesión en el Sistema Nacional de Salud si ha completado la Formación Especializada (MIR). “Esto no hace más que aumentar la complejidad del problema, ya que la formación sanitaria especializada en España cuenta actualmente con un número insuficiente de plazas para la cantidad de estudiantes que se gradúan en las Universidades, habiendo alrededor de 7.000 egresados para poco más de 6.000 plazas ofertadas”. De ahí que los recién egresados que no consigan acceder a una plaza “se verán obligados a buscar otras alternativas, probablemente fuera de nuestro país, para poder encontrar una salida al mundo laboral, lo que supone una mala gestión de los recursos invertidos, así como un foco de inseguridad para los estudiantes y sus familias”.