Los aspirantes podrán participar en la prueba de acceso a la formación especializada sin homologación inicial del título, certificado de idioma o cupo limitado de plazas.
Italia es el ‘plan B’ para los aspirantes rechazados del MIR. El país europeo ha renovado su sistema de formación sanitaria especializada, por lo que cuenta con un modelo mucho más moderno que consta de un solo examen de 140 preguntas clínicas, al que se accede por medio de unos requisitos mucho más flexibles para los aspirantes extracomunitarios y comunitarios.
“Los aspirantes a la formación sanitaria especializada no tendrán que aportar el título de grado homologado hasta haber presentado la prueba y obtenido plaza. En este momento, será cuando la administración le solicitará la documentación”, afirma a IberoEconomía el director de la Accademia Italiana Medici Specializzandi (Aims), Antonio Mancini. Una diferencia clave con el proceso del MIR, no solo porque es un requisito imprescindible para estar en el listado de admitidos definitivo del Ministerio de Sanidad, sino porque se tarda una media de 6 a 8 meses, mientras que en Italia el plazo se reduce hasta un máximo de tres meses.
Otro de los beneficios que aumenta su atractivo es que, al contrario que en España, no es necesario aportar un certificado de idioma, así como tampoco existe un cupo de plazas específicos para los aspirantes extracomunitarios. “Esto quiere decir que los médicos de Italia y del extranjero compiten en igualdad de condiciones para acceder a cualquiera de las vacantes ofertadas”. Una competencia que no cuenta con un ratio muy superior al de España, ya que hay unas 7.000 plazas para una media de 15.000 aspirantes, “tomando en consideración que Medicina General tiene su propio proceso selectivo por cada una de las regiones”, precisa Mancini.
La prueba, que tiene un coste de 100 euros de inscripción, tiene una duración estimada de 280 minutos, con una media de 2 minutos por cada pregunta. En cuanto a la temática, el director de Aims afirma que se abordan desde las áreas tradicionales como Cardiología, Ginecología y Dermatología, hasta otras como Medicina Legal y Ortopédica. “Aunque el nivel de exigencia es inferior al requerido en España”, matiza.
El reconocimiento del ‘MIR italiano’ ha venido creciendo durante los últimos años. “En las clases de Milán, por ejemplo, tenemos 21 alumnos provenientes de España, así como de otros destinos de América Latina, especialmente de Argentina donde existe una gran colonia de italianos”, afirma Mancini.
Los aspirantes a las residencias médicas de Italia se presentarán en julio de 2018. Aunque aún están a la espera de la fecha exacta, muchos tienen muy claro cuál es el objetivo que perseguirán. “Las especialidades más demandadas coinciden con las registradas dentro de España. Los candidatos con los mejores números de orden suelen escoger Cardiología, Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, y Dermatología”, sentencia.