La normativa establece algunas excepciones que permitirán a los aspirantes ajenos a la comunidad europea optar al cupo general de plazas ofertadas.
Los MIR extracomunitarios pueden ‘escapar’ al cupo del 4 por ciento. Durante las últimas convocatorias el Ministerio de Sanidad ha delimitado el número de plazas a las que optan los aspirantes no comunitarios inscritos en la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada. Una situación que reduce sus posibilidades de convertirse en un residente del Sistema Nacional de Salud (SNS) y que les obliga a competir con 15 candidatos por cada vacante, frente al índice de dos aspirantes por cupo que tienen el resto de médicos que presentan la evaluación.
El cupo del 4 por ciento, que para la actual convocatoria equivale a unas 250 plazas, aplica principalmente a los aspirantes que requieren de una visa de estudios para inscribirse en la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada. No obstante, existen algunas fórmulas para lograr encontrar una brecha en la normativa que les permita acceder al cupo entero de plazas ofertadas por el Ministerio de Sanidad.
La primera ‘solución’ es contar con la residencia legal en España. La legislación abre la posibilidad de que sean temporales o de larga duración, aunque deja por fuera aquellas destinadas a los estudiantes. En este sentido, el contar con este estatus legal daría la posibilidad de ingresar al cupo general del acceso al MIR. Sin embargo, no se trata de la única opción disponible para los profesionales sanitarios extracomunitarios.
Otro camino es la visa de residencia de familiar comunitario, donde se incluyen a los aspirantes que estén casados con una persona de nacionalidad española. Para lograr emplear este ‘salvoconducto’ habrá que presentar la tarjeta de residencia de familiar comunitaria. En otras palabras, los médicos extracomunitarios asimilados o con permiso de residencia no estás afectado por el cupo de extranjeros.
La tercera vía pasa por la obtención del permiso por demostración de fondos. Una vía que permite al aspirante extracomunitario estar en España sin la necesidad de realizar una gran inversión, ya que sólo debe demostrar que cuenta con los recursos económicos suficientes para permanecer en el país durante un tiempo determinado. Para aquellos que provienen de Latinoamérica, tras la permanencia de dos años (plazo que muchos destinan a su proceso de preparación para el MIR) podrán solicitar la nacionalidad española y, por ende, a un acceso más cómodo al grueso de las plazas ofertadas.