Los cambios en la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada (MIR) también tendrán un impacto en el medioambiente.
El Ministerio de Sanidad ha cambiado drásticamente la evaluación de acceso a la formación sanitaria especializada. Con el objetivo de hacer un examen “menos duro”, la comisión ha anunciado la reducción en el número de preguntas (de 225 a 175 encabezados), así como adaptado el tiempo para responder la evaluación, que pasa de cinco a cuatro horas.
Sanidad también ha querido escuchar a los decanos de Medicina y ha adaptado el baremo académico a la escala del 0 al 10, lo que permitirá dotar de mayor peso y justicia a las calificaciones logradas a lo largo del grado sanitario. Al listado de cambios se suma la exención total del abono de la tasa de derechos de examen a los miembros de familias numerosas (independientemente de la categoría, general o especial).
Sin embargo, hay un cambio que ha pasado por debajo de la mesa pero que demuestra el compromiso por el avance tecnológico y el cuidado del medioambiente.
El Ministerio ha adelantado que la publicación de los admitidos a la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada (tanto provisionales como definitivos) y el listado de las notas ya no serán impresos y colocados en la sede de Sanidad y otras delegaciones, sino que toda la información tendrá que ser consultada vía online.
El ‘adiós’ al papel en el MIR también viene acompañado de la prohibición de llevar el cuadernillo de preguntas a casa una vez terminada la prueba, por lo que los aspirantes tendrán que esperar a que sea publicada en la propia página del Ministerio de Sanidad.