La implementación de nuevas tecnologías, similares a las empleadas en Francia, tendrá un impacto económico en las cuentas estatales.
El Ministerio de Sanidad valora la opción de ‘afrancesar’ el examen MIR. Carlos Moreno, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, ha asegurado que se está estudiando de modernizar el acceso a la formación sanitaria especializada a través del uso de tabletas en la evaluación y un proceso digital de las respuestas de los aspirantes, así como el que se emplea actualmente en Francia. La medida, que aún está en proceso de análisis, tendrá un impacto directo en las arcas de la Administración Pública.
El Ministerio de Sanidad tendrá que invertir, al menos, unos 867.000 euros para la compra de las tabletas electrónicas. Una cifra mínima ya que ha sido calculada con el precio más bajo del mercado (unos 60 euros por dispositivo) y tomando en consideración el número de candidatos al MIR aceptados en el listado definitivo de la actual convocatoria 2017-2018. No obstante, se prevé que la cifra ascienda considerablemente, no sólo por buscar un equipo de mejor calidad, sino porque cada año aumenta el volumen de aspirantes que compiten por las plazas del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Si los dispositivos adquiridos tienen un coste medio de 200 euros, el Ministerio tendría que desembolsar casi tres millones de euros (2.890.000 euros) para tan sólo satisfacer la demanda actual de aspirantes a la formación sanitaria especializada. Ahora bien, hay que considerar que, con el objetivo de garantizar los niveles de seguridad, transparencia y seriedad del proceso, también Sanidad tendrá que destinar fondos en el diseño de un programa que se adapte a las necesidades específicas del examen MIR. Es decir, un gasto más para la Administración.
En el caso de seguir a rajatabla los pasos dados en Francia, el Ministerio de Sanidad podrá apostar por la adquisición de tabletas electrónicas de Apple. Una inversión que aumenta en comparación con los competidores más asequibles del mercado, alcanzando un coste de entre 350 y 1.000 euros por Ipad. Es decir, una apuesta que rondará entre los cinco y los 14,5 millones de dólares para una primera convocatoria.