Así es el exigente acceso para ‘alistar’ a psicólogos en el Ejército español

Especial MIR de IberoEconomía.
Los psicólogos militares deben aprobar varias pruebas de conocimiento, idiomas, capacidades físicas y estado psicológico.
Los psicólogos militares deben aprobar varias pruebas de conocimiento, idiomas, capacidades físicas y estado psicológico.

Los aspirantes serán sometidos a evaluaciones de conocimiento, pruebas físicas, nivel de inglés y reconocimiento tanto médico como psicológico.

Una de las condiciones para ser aspirantes a psicólogo militar es tener la nacionalidad española y una edad inferior a los 31 años.
Una de las condiciones para ser aspirantes a psicólogo militar es tener la nacionalidad española y una edad inferior a los 31 años.

Una mujer con botas ajustadas, traje de campaña y cabello recogido accede a la sala. En el Ejército lejos se queda el estereotipo del psicólogo que espera al otro lado del escritorio con una libreta en las manos, mientras que el paciente se recuesta en el diván. Por el contrario, la psicología militar se centra en la investigación, diseño y aplicación de teorías psicológicas y de experimentaciones para el conocimiento, predicción y recuento de los comportamientos tanto de las fuerzas armadas como de las enemigas o de la población civil.

Actualmente, existen solo dos métodos para alistarse como psicólogo militar: el ingreso Directo, desde el ámbito civil y la Promoción, mediante un cambio de cuerpo o de escala, desde el ámbito militar. Una vez dentro, se podrán optar por diversas especialidades, entre las que se encuentran Psicología de la Organización y Recursos Humanos; Psicología Militar Operativa; Psicología Clínica; y Psicología preventiva y pericial, entre otras. Sin embargo, se necesitará superar un conjunto de pruebas antes de vestir el uniforme.

Desde el Ministerio de Defensa se establecen como requisitos imprescindibles el contar con la nacionalidad española, tener una edad inferior a los 31 años y no estar privado de derechos civiles. En este sentido, tampoco podrán optar por una plaza aquella persona que esté procesada, imputada, investigada o encausada en algún procedimiento judicial doloso. Evidentemente, la Administración exige estar en posesión o en condiciones de poseer el nivel de estudios o la titulación para el acceso a la escala y cuerpo, así como no haber sido separado del servicio, mediante expediente disciplinario.

Con toda la documentación presentada, los aspirantes participarán en la conocida ‘fase de concurso’, donde se llevará a cabo una comprobación y valoración de los méritos aportados por los aspirantes admitidos, así como el establecimiento de su orden de prelación. Una vez superado, se pasará a la ‘fase de oposición’, donde los candidatos tendrán que superar evaluaciones de conocimiento, pruebas físicas, examen de idiomas, evaluación psicológica y reconocimiento médico.

Para medir los conocimientos del candidato, el Ministerio de Exteriores realizará un examen con 235 preguntas y cuatro distractores, similar al empleado por el Ministerio de Sanidad para gestionar el acceso a la formación sanitaria especializada del Sistema Nacional de Salud (SNS). No obstante, también se realizará un desarrollo escrito de un ejercicio, referido a cualquiera de las áreas de aplicación de la Psicología.

Sudar la camiseta

Los aspirantes al cuerpo de Psicología del Ejército serán sometidos a unas pruebas físicas que deben superar los aspirantes a las diferentes escalas de oficiales y técnicas de oficiales de los distintos cuerpos, por ingreso directo; a excepción de los que concurran para el acceso a los Cuerpos Generales de los Ejércitos y Armada.

Antes de presentarse a la prueba física será necesario tener el reconocimiento médico con una valoración favorable. Una vez obtenido, se estará listo para afrontar los siguientes retos físicos: salto vertical, extensiones de brazo, carrera de 50 metros, soltura acuática y carrera de agilidad.

Finalmente, los aspirantes tendrán que demostrar su nivel de comprensión del inglés a través de un examen que consiste en la lectura de 30 textos cortos con cuatro preguntas cada uno (también con cuatro distractores como respuesta); así como un ejercicio de gramática y vocabulario, donde el aspirante rellenará los espacios en blanco dentro de un texto.