Revoolt, compañía especializada en logística sostenible de alimentación, se ha implicado en un nuevo proyecto solidario que contribuye a la reducción del desperdicio alimentario. Desde hace unas semanas, los excedentes de alimentos producidos cada día en los supermercados Veritas de Barcelona son recogidos de manera gratuita por personal de Revoolt que, utilizando vehículos 100% eléctricos de 0 emisiones de CO2, los entregan en la sede la Fundació Roure para ser distribuidos entre familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Aunque esta acción ha comenzado en algunas tiendas Veritas de Barcelona, están previstas iniciativas similares en otras ciudades donde Revoolt también es el proveedor de reparto de la cadena Veritas.
Adaptación a la nueva ley
“Nos hemos embarcado en este proyecto ante todo por conciencia social, pero también para aplicar cuanto antes las medidas de donación de excedentes de alimentos previstas en la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que entrará en vigor en enero de 2023”, explica Ángel Sánchez, CEO de Revoolt.
Como establece la nueva norma, los agentes de la cadena deben suscribir convenios de colaboración con empresas, entidades de iniciativa social y otras organizaciones sin ánimo de lucro o bancos de alimentos. En estos acuerdos se han de reseñar expresamente las condiciones de recogida, transporte y almacenamiento de los productos, entre otros aspectos reguladores.
“En Veritas, llevamos muchos años luchando contra el desperdicio alimentario, trabajando localmente para que asociaciones de barrio cercanas a nuestras tiendas puedan sacar provecho de los alimentos ecológicos saludables no aptos para la venta, pero en perfectas condiciones para el consumo. Pero la logística y disponibilidad de las pequeñas entidades no siempre cubre nuestro excedente diario, por absurdo que parezca. Por ello, la propuesta de Revoolt es un complemento ideal a esta fórmula. Partimos de un dato de un 45% de nuestra merma donada actualmente y aspiramos al 65% mediante el apoyo de Revoolt”, afirma Sophie Pagnon, chief communication, marketing& impact officer de la compañía.
“Los productos donados por Veritas son alimentos secos, frescos o congelados, que no han superado las fechas de caducidad. Desde Revoolt garantizamos tanto su seguridad alimentaria como el mantenimiento de la cadena de frío en la recogida, transporte y entrega, para que lleguen en las mejores condiciones para el consumo”, matiza Sánchez.
Conciencia ambiental y social
A nivel ambiental, desde Revoolt desean evitar el impacto negativo de los residuos de alimentos de las tiendas que, de no aprovecharse, terminan en los circuitos de residuos, suponiendo un desperdicio de recursos naturales y energía, y un importante efecto negativo ambiental en cuanto a las emisiones de carbono.
“Paralelamente, queremos favorecer el mejor aprovechamiento de estos excedentes alimentarios en términos solidarios”, añade Sánchez. “Por este motivo, en Barcelona, respaldamos con Veritas el proyecto Pont Alimentari, una iniciativa de las fundaciones Banc de Recursos y Rezero centrada en coordinar la reducción de ese despilfarro entre las empresas donantes y las entidades sociales receptoras, que incluyen desde ONGs a comedores sociales o parroquias”.
“Para Veritas es importante que nuestros partners estén alineados con nuestros valores y que trabajen para generar un impacto positivo, tanto para el medio ambiente como para la sociedad. Siendo Revoolt una empresa de transporte sostenible, creemos que es el acompañante ideal para colaborar en este proyecto”, añade Sophie Pagnon.
Cifras alarmantes
“Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España se pierden al año 176 kg. de comida per cápita, con un coste de más de 782.397 millones de euros por ejercicio, lo que ante la situación de crisis económica como la que atravesamos resulta insostenible e injustificable”, puntualiza por último el CEO de Revoolt.
Sólo en Cataluña, cada día se tiran 720.000 kg. de comida, que suman 260.000 toneladas anuales y equivalen a las necesidades alimentarias de 500.000 personas durante doce meses. A nivel social, el 22% de la población de Cataluña vive por debajo del umbral de la pobreza. Y en Barcelona, el principal núcleo de población, la pobreza sigue aumentando además, con 55 de sus 73 barrios por debajo de la media de renta familiar, según datos del propio Ayuntamiento.