La primera impresión es la más importante a la hora de postularse para un puesto en una organización.
La instancia más estresante del proceso de búsqueda de un empleo es sin dudas la entrevista laboral. En este momento determinante se suelen mezclar los nervios y la ansiedad con las ganas de conseguir el trabajo. Desde la apariencia hasta la puntualidad, lo cierto es que hay ciertos requisitos que se esperan que el candidato pueda cumplir que muchas veces condicionan el resultado.
Según los especialistas, los candidatos de un trabajo deben apuntar a llegar 15 minutos antes a una entrevista en una oficina. Pero, ¿por qué? «Llegar entre 10 y 15 minutos antes demuestra que el candidato está listo para ser entrevistado, que es responsable, que consideró la posibilidad de una incontinencia y que no está ansioso», sostuvo en diálogo con Infobae la licenciada en Relaciones de Trabajo Carolina Brinusio, directora y fundadora de la consultora de recursos humanos DOSrh.
La llegada a un establecimiento podría implicar tareas que consumen mucho tiempo, como registrarse, anunciarse en una recepción o tomar un ascensor lento. Ser entrevistado para un trabajo ya es estresante. Llegar con 15 minutos de sobra elimina una gran fuente de estrés.
La profesional, que participa en el proceso de selección de empleados, agregó además que aunque se trate de costumbres de puntualidad, criterio y ética, habla bien del candidato llegar unos minutos antes a su entrevista. «Ni media hora antes ni diez minutos después. Se trata de una cuestión de imagen y de respeto. Si bien la posibilidad de que suceda alguna incontinencia existe, lo importante es que el candidato evalúe las posibilidades del camino. Más aún en el país en el que vivimos. En la Argentina puede pasar cualquier cosa», aseveró.
Por su parte Josh Doody, autor, consultor, entrenador de negociación salarial gestión de carrera, negocios y entrevistas de trabajo, y ex gerente de contratación, también recomienda apuntar a la ventana de 15 minutos para mitigar «los problemas potenciales que pueden surgir en el camino».
Sea cual sea la razón, llegar tarde realmente envía el mensaje equivocado, además de demostrar una falta de compromiso. Para asegurarse de llegar en tiempo y forma, los especialistas recomiendan realizar un recorrido de la ruta de acceso antes del día de la entrevista, especialmente si se trata de una geografía con la que no se está familiarizado.
Si bien el momento perfecto para llegar a una entrevista dependerá del trabajo en sí y de la cultura de la empresa, si el entrevistado se presenta más de 15 minutos antes puede ocasionar problemas de organización a los entrevistadores y hacer que el equipo de contratación que está terminando otras reuniones se sienta apresurado. Otros, no apreciar la sensación de «tener que entretenerlos» mientras aguardan a ser recibidos. Llegar con demasiado tiempo de anticipación puede connotar ansiedad y desesperación.
El 30% de los españoles prefiere el paro que un empleo si cobra lo mismo