Esta situación no se debe solo a la inestabilidad económica actual, ya que únicamente el 45% de las compañías españolas considera una prioridad, en periodo de bonanza, mejorar el tiempo de pago a sus proveedores.
La demora en los plazos de cobro de los clientes es una de las principales razones de la falta de liquidez en las empresas, que se ven obligadas a retrasar sus propios pagos.
La morosidad es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas, una situación que se ha visto agravada en los últimos meses por la inestabilidad económica y que pone en peligro su liquidez y viabilidad.
En este sentido, las compañías son muy conscientes de la importancia de efectuar los pagos correctamente en tiempo y forma para lograr buenas relaciones tanto con sus proveedores como con sus clientes, un aspecto básico para el buen funcionamiento de sus negocios. Así lo recoge el Informe Europeo de Pagos de Intrum, en el que un 66% las empresas españolas encuestadas afirma que los pagos dentro de los plazos establecidos son esenciales para generar y mantener la confianza con proveedores y socios.
Sin embargo, según el mismo estudio, únicamente el 53% de las organizaciones toma medidas para asegurarse que pagan a tiempo.
Esta situación podría parecer una consecuencia del contexto económico actual de incertidumbre, pero la realidad es que en los periodos de crecimiento del negocio, solo el 45% de las empresas españolas destaca como una de sus prioridades la mejora en la administración y gestión de sus procesos para garantizar que pagan a sus proveedores y socios a tiempo.
Un dato que se encuentra ocho puntos por debajo de la media europea (53%) y que coloca a España como el tercer país que menos se preocupa por implantar este tipo de medidas en periodos de bonanza económica, únicamente por encima de Países Bajos (42%) y Portugal (43%). Por el contrario, Suiza (65%), Eslovaquia (63%) e Irlanda (62%) son los países con el mayor número de compañías que trabajan para efectuar a tiempo los pagos de sus facturas.
El estudio elaborado por Intrum destaca también que una de las principales razones por las que las empresas retrasan los pagos a sus proveedores es la demora que sufren en los cobros de sus propios clientes: el 73% de las empresas encuestadas declara que pagaría antes a sus proveedores si recibiese antes los pagos de sus deudores. Una respuesta que se sitúa como la prioridad de las empresas españolas, frente a otros aspectos en materia de sostenibilidad, expansión o transformación digital.
Asimismo, el Informe Europeo de Pagos de Intrum ha revelado que el 60% de las compañías cree que la creciente incertidumbre macroeconómica las ha llevado a extender las condiciones de pago a sus proveedores en el último año. Una afirmación que estaría en línea con los últimos datos del ‘Barómetro de la pyme sobre la morosidad’ de CEPYME, que muestra que la morosidad empresarial en el primer trimestre del año se incrementó un 42% respecto al mismo periodo de 2021, hasta alcanzar los 348.992 millones de euros.