El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado este miércoles que cumplirá con el compromiso adquirido durante su discurso de investidura y que el salario mínimo interprofesional (SMI) se situará en el 60 % del salario medio al final de la legislatura.
«Los sucesivos acuerdos alcanzados (…) nos llevarán, ese es el compromiso del gobierno, a cumplir, como dije en el discurso de mi investidura, con la carta social europea de llegar al 60 % del salario medio al final de esta legislatura», ha dicho durante su intervención en las Jornadas Confederales de Acción Sindical, donde ha destacado que se trata de una medida que «va a beneficiar especialmente a las mujeres y jóvenes de nuestro país».
Sánchez respondía así a la petición del líder de UGT, Pepe Álvarez, que minutos antes le emplazaba a subir el SMI, pues en su opinión, es «una gran palanca para mover los salarios en nuestro país». «Todos los países del entorno europeo lo están haciendo (…) es razonable que demos ese paso adelante porque nos va a ayudar», ha expuesto Álvarez en el marco del mismo foro.
La subida del salario mínimo, que actualmente se encuentra en los 1.000 euros al mes en 14 pagas, aún no se ha materializado este 2023. La Comisión de Expertos del Ministerio de Trabajo ha propuesto una horquilla de subida de entre el 4,6 % y el 8,2 % para 2023, lo que supondría una subida de 1.046 a 1.082 euros. UGT, en cambio, aboga por fijar el SMI de 2023 en 1.100 euros.
Destaca los acuerdos alcanzados con los agentes sociales
El presidente del Gobierno ha valorado los acuerdos alcanzados con los sindicatos, que han permitido que el salario mínimo haya pasado de los 735 euros en 2018 a los 1.000 euros en la actualidad. «España el país de la OCDE que durante estos últimos años ha aumentado más el salario mínimo», ha destacado.
Y ha reiterado su compromiso con los agentes sociales: «El diálogo social va a seguir siendo una herramienta imprescindible. Hemos demostrado que hay una forma de crecer más y mejor», ha dicho.
Cabe recordar que las relaciones entre la patronal y el Gobierno no pasan por su mejor momento. El pasado mes de diciembre, la CEOE decidió romper la interlocución con el Ministerio de Trabajo por entenderla «tramposa y contraria a la buena fe» tras la enmienda, pactada con Bildu, sobre el control de la Inspección de Trabajo de las causas en los despidos colectivos (ERE).
En un duro comunicado, la CEOE consideró que la enmienda transaccional es una «traición» al acuerdo alcanzado en la reforma laboral y pidió al Ejecutivo una rectificación para poder retomar el diálogo en temas clave como el alza del salario mínimo interprofesional.
UGT exige a la patronal que se siente a negociar
En este sentido, el líder sindical se ha dirigido a la patronal para exigir que se siente a negociar, entre otras cosas, el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), en suspenso desde mayo de 2022. «La CEOE tiene que sentarse y llegar a un acuerdo. Quiero pedir a las empresas que cumplan con los acuerdos a los que se llega», ha dicho Álvarez, quien también ha advertido a los empresarios de que tienen que elegir entre «salario o conflicto».
Precisamente este martes conocíamos que los salarios pactados en convenio subieron un 2,78 % hasta diciembre de 2022, cifra superior al dato acumulado de noviembre (2,69 %), pero tres puntos inferior al último IPC adelantado, cuya tasa interanual se moderó en diciembre hasta el 5,8%.
A falta de revisiones posteriores por la inclusión de cláusulas de garantía salarial, este incremento salarial es menor que la subida del 3,6 % acordada entre el Gobierno y los sindicatos para el salario mínimo interprofesional para 2022 y está algo más en línea con las directrices marcadas en el AENC 2018-2020, que planteaba subidas salariales del entorno del 2 % más un punto porcentual ligado a conceptos como la productividad, los resultados empresariales y el absentismo laboral.