El Hospital Gregorio Marañón ha realizado, por primera vez en España, un trasplante simultáneo de corazón e hígado a un paciente con cardiopatía congénita, gracias a la coordinación de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
La vida del enfermo corría peligro, ya que presentaba un fallo cardiaco y hepático terminal.
En la operación, que duró más de 12 horas e involucró a 30 profesionales sanitarios, primero se trasplantó el corazón y luego el hígado, tras lo cual el paciente pasó a la UCI de la que, en pocos días, fue trasladado a planta de hospitalización y ya ha recibido el alta hospitalaria.
En la intervención participaron sanitarios del programa de cardiopatías congénitas del adulto, de la unidad de trasplante hepático, el servicio de cirugía general y el banco de sangre, entre otras unidades del Marañón que es Centro de Referencia Nacional (CSUR) en cardiopatías congénitas desde 2010.
«Se trata de un hito más en la exitosa historia del trasplante de órganos en España, así como un avance y esperanza para el tratamiento de adultos con cardiopatías congénitas terminales y fallos secundarios de múltiples órganos vitales, muchas veces huérfanos de terapias eficaces», ha destacado el hospital madrileño en un comunicado.
Aumento de la supervivencia
Los pacientes adultos con cardiopatías congénitas están aumentando debido a la prolongación de su supervivencia gracias a los avances en los tratamientos médicos, quirúrgicos y percutáneos en la edad pediátrica.
En algunas ocasiones, como en este caso, en fases finales de la enfermedad terminan necesitando un trasplante cardiaco como última terapia cuando fracasan las cirugías paliativas que se les han realizado previamente.
En el caso concreto tratado en el Gregorio Marañón, el paciente fue sometido hace años a una cirugía de Fontan, una intervención quirúrgica muy compleja que consigue separar la circulación del cuerpo y de los pulmones de los bebés nacidos con un único ventrículo.
Se suele realizar cuando el paciente es pequeño, lo que permite a la mayoría de ellos alcanzar la edad adulta y conseguir una muy buena calidad de vida durante décadas, pero puede fallar al cabo de años.
«En este punto, la única solución es un trasplante cardiaco», han remarcado las mismas fuentes hospitalarias.
Otra consecuencia de la cirugía de Fontan es la afectación a largo plazo de otros órganos, especialmente al hígado. Así, en las fases más críticas, puede llegar a producir una enfermedad grave similar a la cirrosis y terminar comprometiendo la llegada al trasplante cardiaco e, incluso, la vida del paciente.
Único tratamiento viable
Por eso, cuando la situación del hígado es grave e irreversible, el único tratamiento viable es el trasplante combinado de corazón e hígado.
Actualmente, existen pocos centros en el mundo con experiencia en este tipo de cirugías puesto que conllevan un procedimiento quirúrgico de enorme complejidad.
El programa de atención a pacientes adultos con cardiopatías congénitas en el Hospital Gregorio Marañón comenzó su andadura hace quince años y es Centro de Referencia Nacional desde 2010.
En él participan, junto al área de Cardiología Infantil, profesionales de los servicios de Cardiología, Pediatría, Cirugía Cardiaca de Adultos y Pediátrica, Anestesia, Radiología y Digestivo, entre otros.