La subida de los precios de la luz comenzó a notarse notablemente en la segunda mitad de 2021, pero se ha intensificado a raíz de la guerra en Ucrania. En este escenario, muchos consumidores han visto cómo sus facturas crecían mientras se abría un debate: ¿qué compensa más, el mercado fijo o el regulado?
Mientras que algunos clientes decidieron quedarse en la tarifa regulada (o PVPC, controlada por el Estado), otros vieron más competitivo el mercado libre, donde son las compañías las que establecen los precios. En 2021, se produjeron más de cinco millones de cambios de comercializador en el mercado eléctrico. De ellos, más del 90% hacia el mercado libre.
Viendo este horizonte, los hogares se hacen varias preguntas. ¿Qué tarifa eléctrica compensa más? ¿Cómo saber cuál tienen contratada? ¿Es posible cambiarla de forma inmediata? En este escenario, los expertos recomiendan a los clientes que evalúen su propia situación, mirando la letra pequeña de las facturas y revisando sus contratos
¿Mercado libre o regulado? Sus principales diferencias
El cliente puede optar por dos opciones: el mercado libre o el regulado. En el primero, las compañías establecen un precio a través de diversas tarifas y el consumidor puede elegir a cuál se acoge según sus necesidades. De este modo, se establece un precio fijo de cara al futuro para evitar la volatilidad del mercado mayorista, y el usuario conocerá de antemano cuánto va a pagar por kilovatio a lo largo del periodo que haya contratado. También puede optar a otros descuentos, a energías verdes y servicios de mantenimiento adicionales.
No obstante, los expertos recomiendan a los clientes que miren la letra pequeña y las condiciones, sobre todo con respecto a la actualización de precios, ya que «cuando te hablan de ofertas, todas tienen un tiempo de validez», explica Fernando Valverde, responsable de energías renovables de Menta Energía.
Por otra parte, en el mercado regulado el precio varía cada día en función de la oferta y la demanda y está influido por las oscilaciones del mercado mayorista. Esta tarifa se basa en el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) regulado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Este organismo no establece el precio, lo que hace es «regular la manera de calcularlo en función de lo que pasa en el mercado mayorista», además de controlar los beneficios de las compañías, matiza Valverde. En definitiva, el Estado establece normas para controlar los efectos que pueda tener el mercado sobre los precios de esta tarifa y, por ende, en la factura del consumidor.
Al contrario que el mercado libre, solo pueden contratar esta tarifa aquellos hogares que tengan menos de 10 kWh de potencia, según apunta Patricia Suárez, presidenta de la Asociación de usuarios financieros (Asufin). Además, aquellos titulares que quieran solicitar el bono social eléctrico deberán estar con la tarifa regulada.
A modo de conclusión general, Valverde critica la actuación de las compañías. «Las grandes empresas ofrecen el precio regulado porque les obliga el Estado», apunta, y hace hincapié en que este sistema pueden implantarlo casi todas las eléctricas, incluidas las pequeñas, pero «nadie quiere ofrecerlo» porque la regulación estatal no da margen a un gran beneficio.
Cómo saber si se tiene contratada la tarifa regulada
Por defecto, todos los clientes tienen contratada la tarifa regulada, salvo que haya firmado un acuerdo expreso con la compañía donde figure que tiene una tarifa del mercado libre.
No obstante, el cliente puede consultarlo mirando uno de sus recibos, en el apartado «datos del contrato». Junto al nombre del titular y la dirección, debajo hay un apartado llamado «tipo de contrato» donde se reflejará «PVPC» y «mercado regulado». Además, si se dispone de bono social, también se especifica. A continuación aparecen los peajes y la potencia contratada.
En caso de no encontrar estos datos mencionados, el contrato pertenece al mercado libre.
Tarifa regulada: cómo se fija el precio en el mercado mayorista
En primer lugar, Valverde explica que cuanta más electricidad se demande, más sube su precio en el mercado mayorista, que es el que influye en el mercado regulado. Además, también afecta el de los combustibles fósiles, concretamente el gas natural. Por ello, asegura que cuando el límite de 40 euros/MWh al gas sea una realidad, se abaratarán las tarifas reguladas y también el recibo de la luz, tal y como ha defendido en numerosas ocasiones la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Hay numerosos factores que influyen a la hora de establecer el precio de la electricidad, pero todo se basa en el equilibrio entre oferta y demanda. «El último punto de cruce entre oferta y demanda es el que determina el precio de la electricidad, tanto para generación como para compra», explica Valverde. En otras palabras, el precio se fija en el momento en el que la demanda es cubierta por la oferta, independientemente del valor alcanzado, cuando no queda excedente en ningún lado de la balanza. Además, el experto incide en este mercado marginalista «es económico y trabaja con previsiones», de modo que las compras se hacen a futuro.
En esta línea, Suárez matiza que este sistema, parecido al bursátil, puede perjudicar a los hogares si se descontrola: «El problema reside en que el operador del mercado (OMIE) funciona de forma similar a la bolsa: tiene sesiones todos los días, donde se negocia el precio de la energía. Y estas fluctuaciones terminan impactando en el recibo del consumidor».
Con el tope al gas «la tarifa regulada podría bajar entre un 20% y un 40%»
Aunque el precio de la luz ya se había disparado a finales de 2021, esto se ha intensificado con el desarrollo de la guerra de Ucrania. En un escenario de constantes subidas, los ciudadanos han tenido que hacer frente a unos precios que en marzo fueron un 334% más caros que en el mismo mes de 2021, haciendo que sea el mes con a luz más cara de la historia.
Por ello, los consumidores tienen el foco puesto en el tope al precio del gas en 40 euros/MWh acordado por España, Portugal y la Comisión Europea el 26 de abril con el objetivo de abaratar también el de la luz y aliviar la economía de las familias más vulnerables. A pesar de que Bruselas ha pedido a ambos países más detalles para dar luz verde al plan, cuando se apruebe podría bajar a unos 130 euros/MWh el precio medio de la luz, según Valverde, una cifra que Facua elevó a 140 euros/MWh.
Pero esto no quiere decir que la factura se reduzca en la misma proporción porque, según advierte, hay otros costes añadidos que afectan al recibo. Aun así, asegura que la tarifa regulada «va a bajar de un 20% a un 40%», dependiendo del consumo de cada hogar. En el caso del mercado libre, dependerá de la decisión de cada comercializadora, aunque el experto prevé que puedan congelar sus tarifas o incluso subirlas.
Entonces, ¿qué tarifa compensa más?
Cada caso es diferente, pero lo importante es que el consumidor tenga una postura activa. En el caso de las familias que tengan una tarifa regulada, recomienda seguir en esta modalidad y vigilar lo que ocurra con el límite del gas y cómo puede afectar a su factura. Por otro lado, a algunos clientes del mercado libre puede compensarles mantener su contrato porque algunos «están pagando bastante menos» porque firmaron un contrato a finales de 2021 con precios que actualmente están por debajo del regulado.
No obstante, cuando el tope al gas sea una realidad, tendrán que estudiar si el precio resultante es mucho más bajo que el que tengan contratado. Si es así, el cambio al mercado regulado estaría justificado.
En el caso de querer cambiarse de contrato o compañía, el cliente de tarifa regulada no está sujeto a ninguna permanencia, según apunta Suárez. En el mercado libre esto sí existe, aunque no debería encontrar grandes trabas porque, a nivel vivienda, «son muy pocas las compañías que siguen aplicando un contrato con permanencia», tal y como explica al Canal 24 horas Borja Osta, subdirector de Selectra.
No obstante, el primer paso es saber si hay opciones más rentables, y para ello Valverde recomienda leer el código QR situado al final de la factura, en la esquina superior derecha, y que llevará al consumidor a un comparador de tarifas de la CNMC donde podrá ver si hay mejores ofertas para su domicilio.
De forma paralela, para aquellos que no estén familiarizados con esta tecnología, sugiere que miren cinco datos clave en el recibo para, después, hacer un seguimiento e intentar encontrar opciones mejores y más adecuadas a su necesidad energética.