La Generación Z enfrenta desafíos únicos. Están continuamente expuestos a imágenes de riqueza extrema, que antes solo se veían en televisión.
Ahora, estas imágenes están en todas partes: influencers en redes sociales mostrando sus vidas extravagantes, compras de lujo y vacaciones exóticas. El problema es que, antes, esa imagen de riqueza parecía inalcanzable, mientras que ahora parece que no tenerla te hace diferente.
Esta constante exposición puede crear la falsa impresión de que tal estilo de vida es normal o alcanzable para la mayoría de las personas, cuando en realidad no lo es.
Cada vez más, esta generación tiene que lidiar con altos costes de vida y pocas oportunidades laborales para afrontarlos. Esta presión financiera, junto con las imágenes de opulencia en las redes sociales, puede llevar a una visión distorsionada de la propia situación financiera.
Luchar con finanzas limitadas mientras ves constantemente a influencers mostrar un alto nivel de vida en redes sociales puede llevar a lo que ahora se llama “dismorfia económica”. Esto ocurre cuando tu percepción de tu situación financiera no se alinea con la realidad. Si no se aborda, puede afectar a tu bienestar financiero y mental. Las redes sociales pueden, al igual que con ciertos atributos físicos, ofrecer una perspectiva de la realidad financiera de otros que no es real.
Pero, ¿qué puedes hacer para combatir o manejar esta espiral?
Mónica Pina, directora de Raisin España, recomienda estos cinco consejos para luchar contra la dismorfia económica:
Reevalúa tu realidad
Aléjate un poco de las redes sociales y reconsidera si el contenido que consumes añade valor a tu vida o simplemente alimenta tu ansiedad. Tal vez quieras dejar de seguir a algunos influencers o verlos con menos frecuencia. La verdad es que muchas veces ni siquiera esos influencers viven el estilo de vida que muestran.
Habla con personas cercanas
Igual de importante que reevaluar tu consumo de redes sociales es hablar de tus preocupaciones financieras con un amigo o familiar de confianza. Esto puede cambiar la conversación de algo virtual (y probablemente irreal) a algo realista y positivo. Puede que descubras que tus amigos están pasando por experiencias similares, lo que puede ayudarte a identificarte y sentirte mejor.
Conoce tus números
Este paso puede causar ansiedad, pero es como quitarse una tirita. Sentarte a hacerlo será más rápido y menos doloroso de lo que imaginas. Revisa tus números reales: ¿cuánto ganas, cuáles son tus gastos necesarios y qué gastos puedes recortar sin renunciar a tu felicidad?
¿Es la percepción de tus finanzas tan negativa como creías o proviene de medirse contra un estándar inalcanzable?
Planea tu presupuesto
Una vez que tengas claro cuánto dinero tienes y tus gastos necesarios, es buen momento para establecer un presupuesto. Y no cualquier presupuesto. La tendencia de “presupuestación abierta” de este año es un buen ejemplo de cómo hacerlo bien y combatir la dismorfia económica.
No tengas miedo de ser honesto con tus seres queridos sobre cómo ciertos planes pueden o no ajustarse a tu presupuesto. Si tus amigos sugieren un plan muy caro para tu bolsillo, sé sincero y sugiere una alternativa más asequible.
Empieza a ahorrar
Aunque no puedes controlar la inflación, hay pasos que puedes tomar para mejorar tu situación financiera. Hacer y seguir un presupuesto puede ayudarte a mejorar tu salud financiera, incluso en la economía actual.
Además, puedes prepararte para el futuro ahorrando. Incluso si sólo puedes ahorrar 10 o 20 euros a la semana, crear un fondo de emergencia en una cuenta de alto interés te ayudará a estar preparado y ser resiliente en caso de emergencia.