Los altos costes de la electricidad para los consumidores ha llevado al Gobierno a modificar el recibo de la luz e incluir información relevante sobre el consumo del entorno de la vivienda así como del coste y los ahorros obtenidos mediante el mecanismo de compensación por el tope de gas conocido popularmente como la excepción ibérica.
L de os consumidores sabrán cuánto han ahorrado gracias a la aplicación de la excepción ibérica
Para ello, el BOE recogerá el párrafo literal que deben poner y obligará a informar de los beneficios de la medida, que, según el Ministerio, ha ahorrado ya 3.000 millones de euros a los consumidores.
Desde el ministerio de Transición Ecológica se recuerda que no es obligatorio trasladar el ajuste del gas y que las compañías pueden decidir si lo repercuten en todo o en parte, pero el Ejecutivo busca que si informan de ello, lo hagan sin «calificativos creativos», llamándolo tasa o cargo.
Las nuevas facturas de la luz llegarán a los hogares a partir de diciembre con información también del consumo medio en el código postal del cliente y el Gobierno destinará 40 millones para sustituir contadores de gas analógicos por digitales para que no tenga coste para el cliente, al tiempo que elevará los requisitos de eficiencia del alumbrado público.
La medida se complementa con el uso de un código QR de mayores dimensiones que remitirá al comparador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en el que los consumidores podrán conocer las diferentes ofertas y precios por consumos similares de las diferentes compañía comercializadoras de electricidad, tanto las reguladas como las que actúan en el mercado libre.
La principal novedad en estas modificaciones es que las comercializadoras deberán de incluir no solo ese coste de la excepción ibérica, sino también el ahorro obtenido gracias a este mecanismo en comparación con un escenario en el que no existiese este logro del Gobierno presidido por Pedro Sánchez con el beneplácito de la Unión Europea.