La Fundación Asociación de Trabajadores Autónomos explica cuáles son los cambios en la normativa a partir del 1 de enero.
Cambios en las ‘reglas del juego’ de los autónomos. Con el inicio de 2018 entran en vigor algunas modificaciones de la Ley de Autónomos, con el objetivo de buscar el mayor de los beneficios para aquellas personas que deciden ser sus propios jefes. Celia Ferrero, vicepresidenta de la Fundación Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), explica cuáles son las principales innovaciones previstas para el nuevo ejercicio.
El primer cambio radica en la tarifa plana de 50 euros. La medida, que inicialmente estaba prevista para un plazo de seis meses, se alargará hasta un año. Asimismo, Ferrero explica que “los emprendedores que no hayan estado dados de alta en los últimos dos años podrán acogerse a la tarifa de 50 euros, sin la necesidad de esperar cinco años como estaba estipulado previamente”.
Otra de las medidas que entra en vigor, desde el 1 de enero, es que los autónomos podrán cambiar su tasa de cotización hasta cuatro veces en un mismo año, permitiéndoles adecuar voluntariamente las cuotas de cotización según los ingresos que perciben. A esto se suma la opción de contar con tres altas y tres bajas en un período de 12 meses en los que sólo se pagarán los días trabajados de cada mes.
Las modificaciones también beneficiaran a los jubilados. La normativa establece que, una vez tramitada la jubilación, el reintegro se percibirá al día siguiente de cesar su actividad profesional y no al primer día del mes siguiente, como se venía realizando hasta la fecha. La vicepresidente de ATA recuerda que el capítulo de deducciones contará con otras reformas. Específicamente, los autónomos podrán deducirse del IRPF los gastos de la manutención hasta los 26.67 euros diarios, siempre que se realice en un centro hostelero bajo pago telemático.
“Los autónomos que trabajen desde casa podrán reducirse parte de los suministros que tengan de agua, luz, gas, electricidad, telefonía e internet”, matiza Ferrero. Finalmente, la tasa que se aplicaba a quienes se retrasaban en el pago de su cuota como autónomo ha sido reducida a la mitad, por lo que pasa del 20 por ciento establecido a un 10 por ciento en 2018.