Prejubilación, ¿merece la pena?

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La prejubilación es un acuerdo entre el empleado y la empresa en el que es compensado con una indemnización, pero que es particular en cada caso.

La prejubilación ocurre cuando se producen despidos colectivos, un trabajador y una empresa alcanzan un acuerdo debido a que a que la persona no cuenta con los requisitos para acceder a la jubilación ordinaria, como la edad o los años cotizados.

En estos casos, el empleador se compromete a compensar económicamente a la persona con una indemnización, que se agrega a la prestación o subsidio por desempleo, hasta que el trabajador pueda acceder a la jubilación anticipada.

Es importante entender que esta modalidad no es un tipo de jubilación reconocido por la Seguridad Social. Aunque se menciona en el artículo 161 bis de la ley General de la Seguridad Social, creado por la Ley 40/2007.

En qué casos merece la pena

Para determinar si la prejubilación merece la pena, se deben realizar los cálculos correspondientes de acuerdo a cada caso, para determinar si con lo que se obtiene, se puede llevar una vida digna.

Como regla general, si la persona ha tenido un régimen con sueldo y cotizaciones elevadas, la prejubilación será aceptable debido a que con la jubilación anticipada se habrá alcanzado el máximo de pensión marcado por la ley.

En casos en los que la pensión anticipada no sea suficiente, es preferible esperar unos años antes de dejar de trabajar o invertir en planes de ahorro alternativos para asegurar una renta que permita una buena calidad de vida.