La temporada de esquí del año pasado estuvo marcada por el cierre de estaciones, la incertidumbre y las restricciones derivadas de la situación en general, por lo que hubo una menor afluencia en las zonas donde se practica este deporte en comparación con años anteriores.
No obstante, este año el panorama es mucho más positivo y la temporada actual presenta buenas expectativas, gracias al incremento de la movilidad y la confianza, entre otros factores.
De hecho, en el pasado puente de diciembre, se vendieron más de 85.000 forfaits en las once estaciones del Pirineo de Lleida, superando en 20.000 los vendidos en 2019, cifras que recoge el Patronato de Turismo de la Diputación.
Además, para esta temporada se esperan condiciones climatológicas muy favorables, por lo que es un momento idóneo para la práctica de este deporte.
Este interés y deseo de los esquiadores por disfrutar de esta temporada de esquí está teniendo un impacto favorable en el mercado inmobiliario. Prueba de ello es la alta demanda hotelera y de pisos turísticos que han recibido las principales estaciones en el Puente de la Constitución.
Por su parte, las estaciones de esquí también están haciendo grandes esfuerzos por ofrecer los mejores servicios a sus usuarios. Desde la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña de España (ATUDEM) destacan que sus estaciones han invertido 38,2 millones de euros para mejorar las instalaciones, además de sus buenas expectativas para la temporada 2021-2022.
Este panorama abre grandes posibilidades para inversores y particulares interesados en adquirir inmuebles en estas zonas, ya sea con el objetivo de obtener rentabilidad o de disfrute propio. Los expertos de Instituto de Valoraciones explican algunas razones:
Altas posibilidades de rentabilidad al ser zonas turísticas, en enclaves naturales y con muchas opciones de ocio.
Tras una temporada invernal marcada por el cierre de diversas estaciones y las restricciones por la situación sanitaria, este año los interesados en el esquí están deseando aprovechar al máximo la temporada.
Con esta situación, el panorama se plantea positivo para aquellos propietarios o posibles compradores que estén interesados en adquirir inmuebles en estas zonas con el objetivo de obtener rentabilidad a través del alquiler vacacional.
A eso hay que añadir las buenas oportunidades de inversión que hay actualmente en el mercado. Además, se debe tener en cuenta que, generalmente, las zonas donde se ubican las estaciones de esquí no llaman solo la atención de los esquiadores, sino también de todas aquellas personas que buscan pasar unos días en la naturaleza y disfrutar de otras opciones de ocio como el senderismo.
Una segunda residencia idónea para cualquier estación del año
En el último año, muchas familias se han interesado por adquirir segundas residencias en zonas rurales, de montaña o de costa. Según los datos de compraventa de viviendas del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el tercer trimestre del 2021 el número de compraventas de vivienda en Huesca, Granada y Lleida, zonas donde se ubican algunas de las principales estaciones de esquí de España, aumentó con porcentajes muy significativos con respecto al año anterior.
En julio del 2021, por ejemplo, la variación interanual fue del 53% en Huesca, 48% en Lleida y 41% en Granada. Esto demuestra que el interés en estas ubicaciones sigue vigente entre el público que busca viviendas en enclaves naturales y cercanos a zonas de ocio al aire libre, tanto para disfrutar de la temporada de nieve como para cualquier otra época del año.
La vivienda, un valor refugio, incluso, en épocas de incertidumbre
Los bienes inmobiliarios son activos que, aunque su valor se pueda ver afectado en un momento dado, tarde o temprano siempre acaban recobrando su fuerza.
Prueba de ello es la rápida recuperación que ha tenido el sector tras los meses de confinamiento, que, a pesar de la incertidumbre, ha seguido generando interés y registrando una actividad positiva.
Específicamente en las zonas donde se ubican las estaciones de esquí, la vivienda se posiciona como un valor refugio por su cercanía a instalaciones deportivas, sus opciones de turismo o su ubicación en entornos tranquilos donde pasar el tiempo libre o el día a día.
Así, ya sea desde la posición de un particular que invierte en un inmueble para su uso personal o desde el punto de vista de un inversor que adquiere un activo para obtener rentabilidad, el activo inmobiliario es un valor seguro desde un punto de vista de inversión.
Las condiciones de financiación siguen siendo muy favorables para los compradores con buen perfil crediticio
Tras un año de subidas y bajadas del euríbor, este indicador sigue impulsando la compra de vivienda favoreciendo a los compradores con bajos tipos de intereses.
Además, las entidades bancarias continúan ofreciendo atractivas condiciones a los perfiles con buen perfil crediticio con el objetivo de aumentar la contratación de estos productos de préstamo.
Este panorama contribuye a que este sea un buen momento para adquirir un inmueble en las zonas de esquí, teniendo en cuenta que, de cara a futuro, es posible que los precios aumenten (en función de la ubicación) como se ha podido observar en el último año.
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