Pfizer había previsto producir 100 millones de su vacuna contra la covid-19, pero ha reconocido que solo podrá producir unas 50 millones debido a problemas logísticos.
La farmacéutica mantiene su estimación de producir más de 1.000 millones de dosis durante 2021 de su vacuna autorizada ya por el Reino Unido, y a la espera de la aprobación de Estados Unidos y Europa.
Pfizer reconoce que será durante 2021, cuando la vacuna comenzará a inyectarse en la población general e iniciará la verdadera campaña mundial para inmunizar contra el virus.
«Vamos tarde. Algunos de los primeros lotes de las materias primas no satisficieron los estándares. Lo hemos solucionado, pero nos hemos quedado sin tiempo para alcanzar las proyecciones», reconoció un responsable de Pfizer al diario The Wall Street Journal.
El problema de los materiales
La vacuna depende de materias primas que provienen de Estados Unidos y Europa, y alcanzar la escala necesaria para producir en masa los viales comenzó a complicarse en noviembre. Las vacunas requieren un diverso número de ingredientes sofisticados como agentes antivirales, antisépticos, agua estéril o fragmento de ARN del SARS-CoV-2.
Un portavoz de Pfizer recordó que el ritmo al que se ha investigado y desarrollado la vacuna no tiene precedentes. En solo diez meses la farmacéutica ha ensayado la respuesta a la vacuna a la par que ponía en marcha una gran operación para fabricar y distribuirla en todo el mundo, algo que suele llevar al menos una década.
Las pruebas de la vacuna con 44.000 personas en todo el mundo han demostrado que es eficaz en un 95% de los casos de covid-19.
El ensamblaje y distribución del preparado se realizará desde sendos centros de Pfizer en Michigan y Puurs (Bélgica).