El Bono Cultural Joven, puesto en marcha por el Gobierno y que desde este lunes ya pueden solicitarlo quienes cumplen 18 años en 2022, se suma a otras iniciativas existentes de varios ayuntamientos y comunidades autónomas, que también cuentan con programas encaminados a fomentar el consumo cultural.
La nueva tarjeta monedero de 400 euros para gastar en productos culturales es complementaria con diversas iniciativas municipales y autonómicas, que, en muchos casos, no solo se circunscriben a los jóvenes, sino que son para toda la población en general, con independencia de su edad.
El Gobierno de Cantabria, por ejemplo, tiene en marcha desde 2018 un bono cultura joven -que oscila en torno a los 30 euros- para que consuman cultura los mayores de 18 años.
También tiene en marcha otro bono cultural, desde hace dos años, el Ayuntamiento de Santander, que lo lleva a cabo con acuerdos con establecimientos culturales que hacen descuentos en cultura a todos los santanderinos.
En La Rioja, existe el carné joven -dirigido a personas de entre 12 a 30 años-, que incluye descuentos para diferentes actividades y, entre ellas, hay algunas culturales, mientras que el Ayuntamiento de Logroño ofrece descuentos para algunas en el Teatro Bretón y en determinados ciclos de Cultural Rioja.
Andalucía no tiene implantada ninguna iniciativa similar al Bono Cultural Joven implantado por el Gobierno, han informado fuentes de la Consejería andaluza de Cultura, que han precisado que sí que existen descuentos en las entradas de eventos culturales para determinados colectivos, como jóvenes, jubilados, parados y también para grupos.
Madrid
Desde octubre de 2017, el Ayuntamiento de Madrid cuenta con un bono cultural, en este caso sí que es exclusivamente para jóvenes, con el que pueden conseguir entradas gratuitas para espectáculos culturales con el único requisito de tener entre 16 y 26 años.
Además, desde el pasado mes de mayo la iniciativa se extendió a los teatros privados tras la firma de un convenio con dos asociaciones teatrales.
Así, más de 46.000 jóvenes son usuarios de este programa, que ha tramitado más de 194.000 entradas desde su puesta en marcha.
La Comunidad de Madrid, por su parte, no ofrece ningún bono cultural. En este sentido, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, manifestó en octubre de 2021 que el bono cultural del Gobierno no va «a la raíz del problema» de la juventud española y tildó esta iniciativa de «sumamente paternalista».
Castilla-La Mancha
En Castilla-La Mancha, no existe un bono cultural como tal, pero los ciudadanos en general se pueden beneficiar de medidas para disfrutar de la cultura, ya que, por ejemplo, los museos y los yacimientos arqueológicos de titularidad regional son gratis para toda la ciudadanía desde verano de 2020.
A nivel municipal, el Ayuntamiento de Toledo ha puesto en marcha un bono mediante el cual los menores de ocho años tienen un vale de 20 euros para adquirir libros en librerías de la capital, con el objetivo de impulsar el hábito lector entre los más pequeños. Este programa, que se puso en marcha por primera vez en 2021, ha beneficiado a unos 1.800 niños desde su puesta en marcha.
Comunidad Valenciana
La Comunidad Valenciana sí cuenta desde 2018 con el Abono Cultural Valenciano, que otorga ventajas de carácter económico y operativo, con desgravaciones del 21 % en abonos e inscripciones como socio en espacios culturales.
Las personas empadronadas en la Comunidad Valenciana con rentas inferiores a los 50.000 euros se pueden desgravar el 21 % del coste del abono, hasta 150 euros en el año.
Los abonos son de cinco espectáculos de artes escénicas y música, o de diez proyecciones cinematográficas, referidos a los espacios que se hayan adherido a un convenio con el Institut Valencià de Cultura.
País Vasco
En el País Vasco, los bonos culturales con carácter general para toda la población tienen una larga tradición.
La primera institución en activarlos fue el Gobierno Vasco del socialista Patxi López en 2009, que puso en circulación bonos que se circunscribían al periodo navideño con precio de venta de 25 euros, que daba a su portador un valor de 40 euros para la adquisición de libros, soportes musicales, entradas a museos y espectáculos en vivo y otros eventos culturales.
La iniciativa tuvo tal éxito en las cuatro ediciones que estuvo vigente que los bonos llegaron a agotarse en ocasiones en un día, pero cuando el PNV volvió a la Presidencia vasca, con el lehendakari, Iñigo Urkullu, decidió suprimir este programa.
La Diputación de Bizkaia tomó el relevo entonces en 2013 con la Bizkaiko Kultur Txartela , que también en Navidad, permitía descuentos de entre el 20 y el 40 % en productos culturales.
Ya en 2015 se sumó a esta iniciativa la institución foral guipuzcoana.
Tras la pandemia, las tres diputaciones y algunos ayuntamientos retomaron estos programas para reactivar el consumo de cultura, en el caso de la de Gipuzkoa también con una campaña especial destinada a alumnos de Bachiller y grado medio. El próximo en lanzar este programa será el consistorio bilbaíno en otoño.