El informe PISA de 2018 realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y que analiza a 79 países, establece que España es el que menos fomenta la integración de las tecnologías y dispositivos digitales en la enseñanza.
El documento, denominado ‘Políticas efectivas, escuelas exitosas’, analiza una serie de indicadores para determinar el grado de éxito de los sistemas educativos, y en él, España queda relegada, en general, a los últimos puestos.
Por ejemplo, en España solo el 53,3 por ciento de los escolares considera suficiente el número de dispositivos digitales conectados a internet que se utiliza en las escuelas, mientras que la media de la OCDE es del 67,2 por ciento. Un porcentaje similar arroja cuando se mide la banda ancha o la velocidad de Internet en las escuelas, siendo suficiente para el 52,9 por ciento de los alumnos, cuando la media de la OCDE se sitúa en el 67,5 por ciento.
Sin embargo, llama la atención que solo el 11,5 por ciento de los profesores son incentivados para integrar dispositivos digitales en la enseñanza, con una diferencia de hasta más de 40 puntos con la media de la OCDE (56,7%), siendo España el país con peor puntuación, no solo de los países que integran la OCDE (37), sino de los asociados (42).
En este sentido, existe una gran distancia con respecto a países como Islandia, Lituana, Holanda, Polonia, Eslovenia o Turquía, con porcentajes superiores al 90 por ciento, y situándose al mismo nivel, aunque por debajo, de países como Rumanía (18,2%), Perú (22,2%), Vietnam (23,7%), Costa Rica (24,6%), Brunei Darussalam (27,1%) o Argentina (27,4%).
De hecho, el informe señala que solo el 33,1 por ciento de los docentes cuenta con el tiempo suficiente para preparar sus clases integrando estas tecnologías, de nuevo muy por debajo de la media de la OCDE (60,9%), y superando únicamente a Hong Kong (32,4%), Hungría (30,8%), Letonia (29,9%) y Japón (11,7%).
Igualmente, el 51,5 por ciento de los centros educativos españoles cuenta con plataformas de aprendizaje online, si bien en esta ocasión España se acerca más a la media de los países de la OCDE (54,1%).
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