España mantiene una de las tasas más altas de personas que solo han completado la educación secundaria, con un 25% de jóvenes que no continúan su formación más allá de la educación obligatoria, el doble que la media de la Unión Europea (UE). Esta cifra, destacada en el informe anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha sido calificada de «preocupante» por el Ministerio de Educación.
El informe «Panorama de la Educación, Indicadores de la OCDE 2024» revela que, a pesar de una reducción significativa en la tasa de adultos con solo la primera etapa de educación secundaria (del 47,1% en 2010 al 35,8% en la actualidad), España sigue muy por encima de la media de la OCDE (19,4%) y la UE25 (16,4%). Aunque se han logrado avances, como la disminución en el porcentaje de personas que abandonan los estudios entre los 15 y los 19 años, las tasas siguen siendo altas en comparación con otros países europeos.
Avances en la escolarización infantil y desafíos persistentes
España ha alcanzado una tasa récord de escolarización en el primer ciclo de Infantil no obligatorio, con un 97% para los niños de 4 años, superando a la media de la OCDE (89%) y de la UE25 (92%). La escolarización de niños de 0 a 3 años también es destacable, con un 41,8%, situando a España junto a Suecia y Noruega en términos de alta matrícula.
Sin embargo, este récord no se traduce necesariamente en un éxito escolar general. El porcentaje de repetición de curso en Primaria es del 2,1%, superior a la media de la OCDE (1,5%) y de la UE25 (1,2%). En Secundaria, la tasa de repetición alcanza el 7,8%, una de las más altas entre los países con datos disponibles.
Diferencias en el tamaño de las clases y la inversión educativa
En cuanto al tamaño de las clases, las escuelas públicas en España tienen un promedio de 20 estudiantes por aula, que es inferior a la media de la OCDE (21) pero superior a la de la UE25 (19). En contraste, las clases en colegios privados tienen un promedio de 23 estudiantes, por encima de las medias de la OCDE (20) y de la UE25 (18).
En términos de inversión, el gasto por estudiante en España es de 11.209 euros, ligeramente inferior a la media de la OCDE (12.817 euros). A pesar de este gasto relativamente bajo, España ha incrementado significativamente su inversión educativa en relación con el PIB, alcanzando un 4,9% del presupuesto educativo, frente al 3% en el entorno europeo. No obstante, los salarios de los profesores han permanecido estancados desde 2015.
Tendencias en formación profesional y educación superior
España ha visto un aumento en la participación en la Formación Profesional de Grado Superior y estudios universitarios, logrando una tasa del 41,4%, cercana a la media de la OCDE (40,7%) y de la UE25 (37,3%). Este aumento ha beneficiado especialmente a las mujeres, que alcanzan niveles educativos terciarios en una mayor proporción que los hombres (58% frente a 46,1%).
Sin embargo, el país sigue teniendo una baja tasa de adquisición de habilidades para el mercado laboral, con un 61,4% de los estudiantes en FP o estudios universitarios, una cifra significativamente inferior a la de países como Alemania, Noruega y Países Bajos. Esto se refleja en la alta tasa de desempleo entre los jóvenes de 18 a 24 años, que alcanza el 17,8%, comparado con el 12,9% en la UE25.
A pesar de los avances en ciertos aspectos de la educación, España enfrenta desafíos significativos en términos de abandono escolar y desigualdades en la educación. La mejora continua en la formación y la reducción de la tasa de repetición de curso son áreas clave que requieren atención para alinear el sistema educativo español con las mejores prácticas internacionales y garantizar oportunidades equitativas para todos los estudiantes.