Cristina Pérez Olmos, jefa de prensa de Nintendo Ibérica, explica la apuesta de la marca por una solución que mezcla el estilo ‘old school‘ y las últimas tecnologías.
Nintendo da un paso más en la creación de juegos familiares. “Desde el inicio, hemos sido una marca que trabaja para el entretenimiento de todas las edades. Sin embargo, en 2005 se reforzaron los esfuerzos para una máxima integración de niños y adultos, por lo que nacieron productos como DS o la Wii”, explica a IberoEconomía Cristina Pérez Olmos, jefa de prensa de Nintendo Ibérica.
La empresa, interesada “en jugadores desde los tres hasta los 99 años”, prevé aumentar la cercanía entre padres e hijos con uno de sus productos más modernos: Nintendo Labo. Un producto que fusiona el estilo ‘old school’ de los juegos de ensamblar y las últimas tecnologías de los videojuegos más modernos. “Las piezas son de cartón y están diseñadas para que padres e hijos disfruten ensamblando lo que, posteriormente, serán los mandos del videojuego”, explica.
“Por una parte, los padres recuerdan la época en la que construían sus propios juguetes o los ensamblaban. Mientras que, al mismo tiempo, los niños adquieren las tradiciones y aprenden sobre el funcionamiento de las piezas y las poleas que conforman el Nintendo Labo”, puntualiza Pérez. Una gama donde las familias serán los ‘constructores’ para el volante de un vehículo, avión y submarino, así como de un robot de cuerpo entero o de un piano. “Es espectacular ver cómo se ensamblan unas piezas de cartón que, al estar listos, suenan como un piano de verdad”.
A pesar de que desde Nintendo Ibérica no pueden adelantar muchos detalles sobre el futuro del Nintendo Labo para el mercado local o internacional, sí reconocen que ha sido uno de los grandes protagonistas de su stand en el Madrid Games Week. Un evento donde han contado con un espacio de 850 metros cuadrados, dedicados exclusivamente a Nintendo Switch.