La compañía hotelera Meliá se ha hecho con el contrato para la gestión del servicio de restauración y de habitaciones en el Palacio de El Pardo.
La compañía le ha ganado el pulso a Paradores y se encargará de agasajar a las comitivas extranjeras en visita de Estado que se alojen en El Pardo. De acuerdo al portal de Transparencia, el Ministerio de Asuntos Exteriores abonará 262.000 euros (IVA incluido) durante dos años por este trabajo.
Hasta ahora, el Gobierno tenía un contrato con Paradores -cuyo montante se desconoce- para realizar este trabajo de catering y gestión de habitaciones, pero la ley de Contratación Pública de 2017, impulsada por el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, obliga desde entonces al Ejecutivo a licitar este trabajo a tres competidores por su cuantía aunque sea sin publicidad, como ha sido en este caso.
El departamento de Arancha González Laya remitió el pliego de condiciones a tres empresas, aunque solo dos pujaron por el contrato -Meliá y Paradores-. El valor estimado del mismo -de dos años con posibilidad de ampliarlo a otros dos, aunque mediante prorrogas anuales- se estimó en 508.085,47 euros, lo que da una idea del gasto que el Ejecutivo abonaba hasta ahora a la compañía pública, la citada Paradores.
El ganador de la licitación fue la compañía de Gabriel Escarrer por una cifra sensiblemente inferior, casi a la mitad de precio. En la nota de la adjudicación se subraya que Meliá obtuvo una puntuación de 19 puntos «en la valoración de los criterios sometidos a juicio de valor», mientras que Paradores se quedó en 14. Además, en relación con la oferta económica, Meliá «ha ofertado unos precios unitarios que mejoran los ofertados por Paradores». Es decir, eran de menor cuantía.
La antigua residencia oficial del dictador Francisco Franco fue rehabilitada durante la democracia para acoger a mandatarios extranjeros y sus comitivas de visita en nuestro país. En realidad, el Gobierno de turno ofrece al invitado alojarse en dicho palacio a coste cero junto a su séquito, pero la mayoría de dignatarios prefieren quedarse en un hotel del centro de Madrid. El último mandatario en dormir en El Pardo fue el argentino Mauricio Macri en 2017.
Las condiciones a las que se obliga en el contrato cubren los servicios sanitarios y de limpieza, todo lo relativo al servicio de restauración, así como el suministro de comidas y bebidas. Este medio no ha accedido al pliego de la oferta, pues aún se está en la fase de 15 días que se da a las partes para recurrir, pero lo lógico es que el servicio que ofrezca Meliá sea ‘premium’ como si se tratara de un hotel de cuatro o cinco estrellas.
Una o dos visitas al año
Normalmente, España recibe una o dos visitas de Estado al año de mandatarios extranjeros en condiciones normales, así que el trabajo de Meliá será ocasional. Una incógnita por desvelar es qué ocurre si no se organizan este tipo de actividades, tal y como ha ocurrido en 2020 por culpa del coronavirus. No es descartable que pase lo mismo en 2021.
El Palacio Real de El Pardo es la residencia oficial de Jefes de Estado extranjeros desde 1983 y sus orígenes como cazadero real están vinculados al Monte de El Pardo, según la página web de Patrimonio Nacional. Mandado construir por el emperador Carlos V en el siglo XVI, fue ampliado por mandato de Carlos III en el siglo XVIII.