El mercado laboral en España se ha mostrado fuerte en los últimos meses: ha cerrado febrero en cifras no vistas desde hace casi dos décadas. Además, en detalle, destaca la tendencia de los trabajadores más mayores: la Encuesta de población activa (EPA), con los datos consolidados de 2023, muestra que de 783.000 empleos creados en ese año, más de la mitad corresponden a trabajadores séniores.

Este perfil, normalmente, tiene bastantes dificultades a la hora de encontrar un empleo y pueden llegar a acumular bastantes años de inactividad.

Joan Avilés, de 57 años, está en paro desde hace siete y hoy acaba de ser entrevistado por una firma estadounidense de Inteligencia Artificial para un puesto de trabajo en el que tiene puestas muchas esperanzas, según dice. «Estás fuera del mercado laboral. En todas las búsquedas, el 99% eran menores de 40 años, con lo cual ya estabas descartado per se«, explica.

Sus habilidades permiten a las empresas ser más productivas, aguantar mejor las crisis e incluso impulsar las ventas. Así lo expresa un reciente estudio titulado El impacto de la edad en el mercado de trabajo y en la resiliencia de las empresas en España (Centro internacional sobre el envejecimiento, CENIE) que apuesta por que las compañías cuenten con esta fuerza laboral de mayor edad.

El catedrático de la Universidad de Salamanca e investigador del CENIE, Pablo Muñoz, pone el foco en la ayuda que pueden ofrecer estos trabajadores a los más jóvenes: «Ese trabajador más experimentado, más sénior, traslada a trabajadores más júnior ciertos conocimientos e incluso cierta identificación con la empresa, que es favorable para el resultado final de esta».