Un hombre se ajusta sus tacones y se prepara para la carrera. Una línea en el suelo es el punto de salida para una competición que, cada año, gana más adeptos en el reconocido ‘Orgullo Gay de Madrid’. Una conmemoración a los derechos del colectivo LGTB que ha permitido aumentar la inversión en la capital y aumentar las arcas públicas durante la festividad que dura, aproximadamente, una semana y que acoge a más de dos millones de personas. Un evento que, en su nueva edición, adquiere un enfoque más internacional con el ‘World Pride 2017’, lo que permitirá aumentar los ingresos públicos hasta en 200 millones de euros.
En la edición de 2016, el Ayuntamiento de Madrid dotó a la festividad con una dotación de 250.000 euros, lo que representa cuatro veces más de los tradicionales 60.000 euros que había entregado la Administración Pública al evento. Las cifras se han disparado, aún más, para este año, donde el Consistorio ha incrementado la cifra hasta los 750.000 euros. De ellos, 500.000 euros serán destinados a la producción, organización y gestión del ‘World Pride 2017’, mientras que el resto se lo reserva la corporación local para el proceso de promoción internacional (incluidos eventos en el exterior con ‘influencers’).
La fuerte apuesta del Ayuntamiento de Madrid prevé verse recompensada a través de un retorno en las arcas públicas de unos 200 millones de euros. Una cifra que supera muy superior a los 120 millones de euros que, habitualmente, se recolectan cada año durante la festividad del ‘Orgullo Gay’.
Aunque los ingresos se percibirán en toda la autonomía por un incremento en la demanda de los establecimientos de hostelería, hoteles, uso del transporte público y otras áreas, el gran epicentro se concentrará en ocho puntos de la capital. Específicamente, se trata de: la plaza de Chueca, la Puerta del Sol, la Plaza de España, la Puerta de Alcalá, la explanada del Rey de Madrid Río, la calle de Pelayo, y, por último, la Plaza de Colón.
El volumen económico del ‘World Pride 2017’ le permite equiparse a los ingresos que se pudo atribuirse Madrid, en el caso de haber conseguido ser la sede de los Juegos Olímpicos. Si bien el proyecto deportivo se quedó en el tintero, el Ayuntamiento tiene su nueva carta bajo la manga, una que permitirá ingresar, a diferencia de otros años, hasta 800 millones más, así como marcar un referente internacional que permita seguir aumentando el reconocimiento internacional del ‘Orgullo Gay’ madrileño.