Las pensiones contributivas del Sistema de la Seguridad Social se complementan (si es preciso) en la cuantía necesaria para alcanzar el importe mínimo que se establece anualmente, y que varía en función de la edad, las circunstancias familiares y el tipo de pensión.

En España, casi una de cada cinco pensiones contributivas (el 22,8% del total) necesita este complemento a mínimos que aplica la Seguridad Social automáticamente para que sus perceptores cobren una paga que supere el umbral de la pobreza.

En concreto, de los 9.881.206 pensiones contributivas abonadas a fecha 1 de octubre, 2.248.425 tienen complemento de mínimos.

En 2022, estas pensiones se revalorizarán en un 3%, según prometió el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y así figura en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022 (que aún debe ser aprobado por el Congreso de los Diputados, aunque se da por hecho).

Jubilación: 876,6 euros/mes con cónyuge a cargo

A partir de enero de 2022, un jubilado con 65 años o más cobrará como mínimo 876,6 euros al mes (si tiene cónyuge a cargo) o 710,4 euros (si no posee cónyuge) o bien 674,3 euros al mes (si tiene cónyuge no a cargo).

Esto se traduce en unas cuantías anuales de 12.272,4 euros, de 9.945,6 euros y de 9.440,2 euros, respectivamente.

Si el titular de la pensión es menor de 65 años, la cuantía mínima de la prestación de jubilación es inferior en todos los casos anteriores: 821,90 euros al mes (con cónyuge a su cargo), 664,70 euros (sin cónyuge) y 628,20 euros al mes (con cónyuge pero no a cargo).

Lo mismo ocurre con los importes anuales de estas pensiones, que en 2022 quedarían así: 11.506,60 euros para jubilados con cónyuge a cargo; 9.305,80 euros al año si forma una unidad económica unipersonal; y 8.794.80 euros anuales en caso de tener cónyuge, pero no a su cargo.

La paga mínima de viudedad, muy lejos del SMI

Si se aprueban los Presupuestos Generales en el Congreso, las pagas mínimas de viudedad ascenderán a 821,90 euros mensuales para aquellos perceptores que tengan cargas familiares, lo que significará una prestación de 11.506,60 euros al año.

Más baja aún es la pensión que pasarán a cobrar las viudas/os sin cargas pero que hayan cumplido 65 años o más, o una discapacidad igual o superior al 65%: percibirán como mínimo 710,40 euros al mes, lo que se traduce en una nómina de 9.945,60 euros anuales.

Si los titulares de viudedad tienen menos de 65 años, los importes mínimos descienden todavía más, hasta el punto de que no llegan a los 700 euros (664,70 euros mensuales con edades comprendidas entre los 60 y 64), y suponen poco más de 500 euros al mes, en concreto, 538,20 euros, para todos aquellos perceptores menores de 60 años.

1.314,80 euros al mes por gran invalidez

Los pensionistas que cobren por la modalidad de incapacidad permanente también tienen derecho al complemento de mínimos, si con su propia pensión no llegan a ese umbral que delimita la pobreza en nuestro país.

En esta clase de pensión, existen muchos más tipos de pagas, con distintos condicionantes, lo que resulta en varias cuantías de las nóminas.

La mayor paga mínima la recibirán en 2022 quienes tengan pensión de gran invalidez: 1.314,80 euros mensuales (18.407,20 euros al año) si poseen conyuge a cargo; de lo contrario, percibirán 1.065,70 euros al mes (14.919,80 euros al año) si forman una unidad económica unipersonal, o bien recibirán 1.011,40 euros mensuales (14,159,60 euros anuales), si tienen cónyuge pero no a su cargo.

Los sindicatos tachan la subida de insuficiente

Sindicatos y asociaciones de pensionistas reclaman un mayor incremento de las pensiones mínimas y no contributivas, y exigen otro tratamiento para las pagas de menor cuantía, la inmensa mayoría de las cuales las perciben mujeres mayores.

Así, el secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de UGT-UJP, Anatolio Díez, aseguraba recientemente a 65Ymás que «hay que pensar en otra fórmula, porque estas subidas de unos cuantos euros no van a sacar a las personas que viven cerca del umbral de la pobreza, de esta situación de precariedad. Toda subida es importante, pero ésta no resuelve la situación».

Asimismo, los sindicatos abogan por una equiparación de las pensiones al salario mínimo interprofesional (SMI).

Desde Comisiones Obreras, ya pedían una subida de mínimas y no contributivas por encima del resto y su secretario general colocaba este objetivo como la «gran prioridad» de cara a la segunda fase de negociación de la futura reforma de las pensiones, en una entrevista con este diario.

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