“En España ya hemos salido de la crisis”. Así de contundente es el economista Alejandro Arnao. A favor de su argumento está la evolución positiva de los indicadores macroeconómicos, entre los que destaca el crecimiento y las buenas previsiones recaídas en el Producto Interior Bruto (PIB), además de la aceleración registrada en las exportaciones nacionales (justamente una de las apuestas que más ayudó a desacelerar la recesión). No obstante, reconoce a IberoEconomía que “los repuntes aún no se perciben a pie de calle, por lo que será necesario esperar hasta 2018”.
El economista se muestra optimista con respecto a la nueva estructura económica implementada en España. “La crisis ha permitido repensar el modelo e implementar uno más moderno”, apunta. El futuro, según precisa, pasa por “una economía sustentada en la adquisición de conocimiento y de la información, aspectos que ya han demostrado su potencial en el crecimiento de algunos sectores de la producción”. En este sentido, España está viviendo una transición entre un modelo avocado a los servicios “lo que genera muy poco valor añadido”, a otro donde hará falta de empleados altamente cualificados.
El cambio del modelo económico permitirá una “mayor oferta laboral en el ámbito de la ingeniería, la tecnología, comunicación, logística y gestión”, puntualiza Arnao. Justamente, en línea con los importantes esfuerzos realizados en el sector empresarial y la administración pública para la implementación de, por ejemplo, el ‘big data’ y la obtención de su máxima rentabilidad. “Este proceso no solo recae en España, sino que también tiene sus ecos en el resto de Europa”. A pesar de que cree en que habrá un retroceso significativo en la tasa del paro, estima como “un poco optimista” la promesa de Fátima Báñez, ministra de Empleo, de superar los 20 millones de empleos en 2020.
“Durante los últimos años hemos percibido una adaptación del mercado laboral ante los ‘shocks’ negativos que recibía de la coyuntura económica. A esto se ha sumado un errado uso de los ‘minijobs’, ya que se han diseñado para un ciudadano joven y, probablemente, estudiante, mientras que en España se ha estratificado al resto del mercado laboral”, argumenta el economista, que, sin embargo, admite que “esos tiempos están cambiado con la reactivación de la economía, el aumento de las exportaciones, la inversión en maquinarias o nuevos equipos y un aumento en el mercado del consumo”. De ahí que considere que la problemática del empleo “irá a menos durante los próximos meses”.