Las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales superaron el umbral de los 100.000 millones de dólares en 2022

Las catástrofes naturales provocaron pérdidas económicas mundiales por valor de 275.000 millones de dólares en 2022, de los cuales 125.000 millones estaban asegurados.

El crecimiento económico y la acumulación de activos inmobiliarios en zonas expuestas al riesgo han sido los principales impulsores de las pérdidas, agravados por la excepcional presión inflacionista.

Madrid, 22 de marzo de 2023 – Con el huracán Ian en Florida, las pérdidas récord por granizo en Francia, las inundaciones en Australia y Sudáfrica, las tormentas invernales en Europa y EE.UU., así como las sequías en Europa, China y América, 2022 fue el segundo año consecutivo en el que las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales superaron la barrera de los 100.000 millones de dólares. Esto confirma la tendencia de un aumento medio anual de entre el 5 % y el 7 % de las pérdidas aseguradas en las últimas tres décadas, según revela el último informe sigma de Swiss Re.

«La magnitud de las pérdidas en 2022 no es reflejo de que se hayan producido riesgos naturales excepcionales, sino más bien de una mayor exposición de los bienes a estos riesgos, acentuada por una inflación excepcional», afirma Martin Bertogg, Jefe de Riesgos Catastróficos de Swiss Re. «Aunque la inflación puede remitir, la creciente concentración de valor en zonas vulnerables a las catástrofes naturales sigue siendo un factor clave para el aumento de las pérdidas. Para nuestro sector, es una llamada de atención para reflejar este factor de exposición de forma aún más cuidadosa en las evaluaciones de riesgos, al tiempo que se sigue ayudando a la sociedad para que esté mejor preparada».

La inflación repercute en el valor de los bienes asegurados 

Con las catástrofes naturales que siguen causando daños materiales en todo el mundo, la demanda de cobertura ha crecido. Al mismo tiempo, la inflación se ha disparado en los dos últimos años, alcanzando una media del 7% en las economías avanzadas y del 9% en las emergentes en 2022. El efecto de la subida de los precios ha sido aumentar el valor nominal de los edificios, vehículos y otros bienes asegurables, lo que ha incrementado las reclamaciones de seguros por daños causados por catástrofes naturales.

«La tormenta económica no ha terminado y es probable que los tipos de interés tengan que seguir subiendo, dada la presión inflacionista existente. Esto significa mayores costes de financiación y, en consecuencia, es probable que los proveedores de capacidad aseguradora sigan siendo más cautelosos a la hora de desplegar capital por diversas razones, entre ellas la evaluación del riesgo y la experiencia de pérdidas. En nuestra opinión, a medida que aumente la exposición y baje el apetito por el riesgo, es probable que se mantenga la escalada de precios y que sigan subiendo las retenciones y el endurecimiento de las condiciones», declara Jérôme Jean Haegeli, Economista Jefe del Grupo Swiss Re.

El huracán Ian, principal causante de pérdidas en 2022 

Efectos del huracan Irma.
Efectos del huracan


Las pérdidas aseguradas se debieron en gran parte al huracán Ian, con diferencia el siniestro más costoso del año. Al tocar tierra en Florida en septiembre como tormenta de categoría 4, Ian provocó pérdidas aseguradas estimadas entre 50.000 y 65.000 millones de dólares. Después del huracán Katrina en 2005, Ian es la segunda catástrofe natural más costosa en pérdidas aseguradas según los registros de sigma.

En febrero de 2022, un grupo de tormentas (Eunice, Dudley, Franklin) en el noroeste de Europa provocó pérdidas aseguradas combinadas de más de 4.000 millones de dólares, con lo que el total de esta categoría casi duplicó la media de los diez años anteriores. Por su parte, Francia registró el mayor siniestro anual (5.000 millones de USD) por tormentas de granizo.

Las pérdidas mundiales por inundaciones fueron superiores a la media, siendo el principal siniestro las inundaciones del este de Australia en febrero-marzo de 2022. El principal siniestro fue la inundación del este de Australia en febrero-marzo de 2022. El resultado fueron unas pérdidas aseguradas de 4.300 millones de dólares, el mayor siniestro por catástrofe natural jamás registrado en Australia.

En el extremo opuesto del espectro pluviométrico, la variabilidad meteorológica y las condiciones anómalas de circulación atmosférica contribuyeron a graves sequías y olas de calor sin precedentes en todo el mundo. En Brasil, las cosechas, sobre todo de soja y maíz, fueron las más afectadas, con pérdidas aseguradas de 1.000 millones de dólares.