Las principales ventas internacionales recaen en el mercado europeo y de Norteamérica.
La exportación es fundamental para el crecimiento del sector de los videojuegos. La Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos (DEV) ha publicado, con el apoyo del ICEX España Exportación e Inversiones, la última edición del ‘libro blanco del desarrollo español de videojuegos’. Un informe que revela que las ventas internacionales representan el 57 por ciento de la facturación del videojuego en España.
Específicamente, el 22 por ciento de las ventas internacionales procede del resto de Europa, frente el 21 por ciento de Norteamérica, el 6 por ciento del Lejano Oriente, el 5 por ciento de Hispanoamérica y el 3 por ciento de Oriente Medio y África.
Este estudio, que en las primeras tres ediciones acumuló más de 45.000 descargas, recoge los principales datos de la industria española de desarrollo de videojuegos e investiga sobre las tendencias que va a seguir la producción de contenidos interactivos desde una perspectiva de promoción internacional.
Durante el último ejercicio, la facturación y el empleo crecieron un 20 por ciento. Un año antes, la industria española del videojuego facturó 617 millones de euros, un 21 por ciento más que 2015. Y la previsión de crecimiento anual es del 23,6 por ciento, lo que supondría que, de cumplirse, en 2020 se alcanzarían los 1.440 millones de euros de facturación.
De forma paralela, el empleo directo en el sector creció un 20 por ciento, sumando 5.440 profesionales en 2016. También las previsiones de evolución del empleo son positivas, y nos llevan a estimar un crecimiento a una tasa compuesta anual del 20,37 por ciento, hasta llegar a los 11.420 empleos directos en 2020.
Un sector sin pausa
La industria del videojuego está en la senda de la consolidación. El 80 por ciento de las empresas y estudios activos a día de hoy no existían hace diez años. Este crecimiento se ha visto acelerado en los últimos cinco años, cuando se ha creado el 52 por ciento de las empresas actuales.
Consecuencia de ello, es un tejido empresarial polarizado y compuesto principalmente por una amplia base de microempresas, pocas pymes y muy escasas firmas de tamaño mediano o grande. El 47 por ciento de los estudios españoles cuenta con menos de cinco empleados y el 87 por ciento factura menos de dos millones de euros.
La industria española del desarrollo de videojuegos ha entrado, por primera vez en los últimos años, en una fase de consolidación. Actualmente existen en España 450 empresas y estudios legalmente constituidos, más otros 130 proyectos a la espera de constituirse. Eso a pesar de que, con respecto a 2016, la cifra actual supone una reducción del 6 por ciento de estudios en activo.