Embarazadas y madres jóvenes se han convertido en el blanco de la industria de la leche de fórmula en las redes sociales, que con algoritmos analiza el comportamiento de las mujeres en internet y determina si puede tratarse de una futura o reciente madre, en cuyo caso les dirige abundante publicidad para convencerlas de que su producto es mejor que la leche materna.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef han presentado este miércoles los resultados del primer estudio realizado en una variedad de países sobre el marketing de la leche de fórmula, que revela esta estrategia que ataca la confianza en la lactancia materna a través de mensajes que hacen creer en la superioridad de la industrial. Más de la mitad de los progenitores y las embarazadas (51%) encuestados afirman haber recibido publicidad de sucedáneos de la leche materna (también denominados «leches artificiales» y «preparados para lactantes»), lo que infringe las normas internacionales sobre alimentación infantil.
La comunidad internacional adoptó en 1981 el Código Internacional sobre Márketing de Substitutos de Leche Materna con el fin de regular las estrategias de promoción y publicidad, pero el estudio demuestra que es vulnerado a diario en todo el mundo. «Un gran porcentaje de las violaciones que vemos vienen a través de las redes sociales y esto es un problema grave. Nosotros no hablamos de censurar a mujeres que quieren decir algo sobre la leche de fórmula, (compartir) sus experiencias, el problema es cuando las compañías entran en las redes y hacen sus promociones y ponen mensajes en contra de la lactancia materna», ha asegurado a Efe uno de los autores del estudio, el doctor Larry Grummer-Strawn.
Las compañías no siempre mienten, pero en muchos casos utilizan información falsa o tendenciosa sobre la leche materna, una conducta que la OMS quiere ayudar a parar con este informe.
Del estudio, realizado mediante entrevistas a 8.500 padres y 300 trabajadores de la sanidad de varios países, surge la evidencia de que el marketing está en todos lados y utiliza las emociones, los miedos y las ambiciones de las mujeres en una de las etapas más vulnerables de sus vidas.
Uso de «influencers»
Las compañías acuden a todo el arsenal del marketing digital, incluyendo «influencers» (celebridades, madres y hasta médicos) que hacen comentarios en favor de la leche de fórmula, así como foros de ayuda en internet o clubes de bebés. A pesar de que sobre el papel todos los países están de acuerdo con el Código de 1981, que podría evitar las derivas del márketing de la leche de fórmula, Grummer-Strawn indica que sólo 25 países cuentan con leyes que protegen a las madres y embarazadas de estos abusos.
En los últimos días, un fabricante en Estados Unidos inició el retiro del mercado de tres tipos de fórmula infantil sospechosas de haber provocado infecciones bacterianas en cuatro bebés. El científico de la OMS Nigel Rollins cree que incidentes como éste demuestran «la importancia de las decisiones que se toman en el momento del nacimiento y en los primeros meses de vida. En este caso se trata de consecuencias inmediatas, pero también puede haberlas a largo plazo».
Las tasas de lactancia materna prácticamente no se han movido en los últimos veinte años (solo el 44% de los bebés hasta los seis meses reciben exclusivamente esta leche), mientras que las ventas de la leche de fórmula se han más que duplicado y el sector ha alcanzado un valor de 55.000 millones de dólares. «Vemos muchos conflictos de intereses ya que la industria trata de empujar directamente a los políticos a cambiar o no las cosas. Esta industria mueve mucho dinero y aplica su poder para hacer leyes que les beneficien», sostiene Grummer-Strawn.
El informe se plantea si no se debería poner un alto al marketing de la leche de fórmula, puesto que está demostrado que las estrategias de ventas funcionan incluso cuando se trata de productos nocivos para la salud, como el tabaco, el alcohol o los ultraprocesados, por lo que una de las ideas podría ser usar un etiquetado neutro en los envases de leche para bebés. «Las etiquetas son una forma de hacer promoción, los mensajes están en las etiquetas, las imágenes y los dibujos que están diseñados para expresar que el producto es lo mejor y esto va contra la lactancia materna», explica el experto.
La industria ha puesto últimamente el ojo en formas de crear nuevas necesidades y ha aumentado sus esfuerzos en los nuevos productos, como una máquina para cápsulas de leche de fórmula (similares a las de café), un producto premium dirigido a madres ocupadas.
El efecto protector de la leche materna
La leche materna dentro de la primera hora de vida seguida de una lactancia exclusiva durante los primeros seis meses y su continuación hasta los dos años o más ofrecen al niño una amplia defensa contra todas las formas de malnutrición, lo protege contra las enfermedades más comunes de la infancia y previene los riesgo de diabetes, obesidad y algunas formas de cáncer en las madres.
Los datos obtenidos en el informe, para el que se encuestó a 8.500 progenitores y embarazadas y a 300 trabajadores de la salud en varias ciudades de Bangladesh, China, México, Marruecos, Nigeria, Reino Unido, Sudáfrica y Vietnam, indican que, en el Reino Unido, en Vietnam y en China, el 84, 92 y 97% de las mujeres encuestadas respectivamente habían recibido publicidad de estos productos.
«La información falsa y engañosa sobre los sucedáneos de la leche materna es un obstáculo importante para la lactancia materna, que, como sabemos, es la mejor solución para los bebés y para sus madres. Es preciso disponer de políticas y leyes sólidas para apoyar la lactancia materna e invertir suficientemente en ella a fin de proteger a las mujeres de las prácticas comerciales poco éticas y garantizar que tienen acceso a la información y el apoyo que necesitan para criar a sus hijos», ha resaltado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
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