La mayoría absoluta histórica de Juanma Moreno en Andalucía supone un triunfo sin precendentes para el PP, como primera y evidente lectura de estas elecciones, pero son muchas más las claves y tendencias que marcan unos comicios que todos los partidos miran con lupa de cara a las elecciones municipales, autonómicas y generales del próximo año.
La noche electoral del 19J deja, por tanto, muchos titulares: el PP le vuelve a ganar la partida al PSOE en unas elecciones autonómicas y Alberto Núñez Feijóo sale reforzado con un triunfo aplastante, el primero bajo su liderazgo en el PP; las alarmas se encienden en Moncloa y en Ferraz, que ven cómo se consolida el giro a la derecha en el que fue su bastión durante décadas; se frena en seco el crecimiento de Vox; Ciudadanos agoniza; y el primer ‘experimento’ comparable al proyecto electoral de Yolanda Díaz fracasa.
Pasada la noche del 19J, aciaga para unos y rutilante para otros, los partidos se encierran a hacer cálculos, ver cómo tapan la hemorragia de la pérdida de votos y analizar como repetir estrategias que han funcionado en Andalucía, aunque lo cierto es que unas elecciones autonómicas, sean estas en la región que sean, no son extrapolables a unas municipales, a otra comunidad o a unas generales.
Moreno impulsa a Feijóo y a un PP que arrincona a Vox
El PP ha vuelto a devorar a Ciudadanos en unas elecciones en las que Moreno impulsa las opciones de su líder, Alberto Núñez Feijóo, para tratar de abrir un cambio de ciclo político en España, sin necesidad de unir el destino del PP al de Vox. El nuevo líder del PP se marcó en su primer discurso como presidente del partido un objetivo: recuperar las mayorías de José María Aznar y Mariano Rajoy, y en Andalucía, los ‘populares’ ya lo han logrado. El PP ha iniciado en Andalucía el camino a la reunificación del voto conservador.
Estas elecciones han servido para romper una tendencia que, tras los comicios de Castilla y León, el PP temía se impusiera en otros territorios, y han escenificado como pocas veces que, cuando el voto útil se concentra, la fuerza poderosa de la derecha sigue siendo el PP. En Andalucía, Moreno tendrá las manos libres y no necesitará para nada a Vox.
Precisamente ambos, Feijóo y Moreno, han sido los únicos capaces de arrancar en el PP mayorías absolutas en tiempos de fragmentación absoluta. Moreno se alza como el nuevo «gran barón» del PP y rebaja de forma clara el ‘efecto Ayuso’, que hacía ver a la madrileña como un contrapeso del líder nacional.
Este resultado abrumador para el PP hace olvidar en el partido que en tan solo cuatro meses ha pasado de lamerse las heridas tras una victoria amarga en Castilla y León, lejos del resultado esperado, y una crisis sin precedentes que abrió una honda herida en el partido, a celebrar un resultado que los ‘populares’ ya ven como una «llamada de atención al sanchismo».
No han tardado los ‘populares’ en ver esta victoria del PP como el «fracaso» de Sánchez y «muestra del agotamiento del Gobierno», además de un freno a Vox, según dijo en la noche electoral la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. El PP de un plumazo ataca a su principal rival, el PSOE, y al partido que le puede robar votos, Vox, toda vez que Cs avanza en su camino hacia la irrelevancia.
Este lunes alguna voz dentro del PP ya exige elecciones generales anticipadas.
El ‘efecto Moreno’ y el ‘efecto Feijóo’ de momento han obtenido un triunfo en Andalucía, dominada durante décadas por un PSOE que dominaba cada rincón de una comunidad ya perdida.
Las alarmas se encienden en Ferraz y en Moncloa
El golpe en Andalucía era esperado tanto en Ferraz como en Moncloa, pero no por ello es menos doloroso, y nadie vaticinaba una victoria tan aplastante
del PP. Aunque en la última legislatura el PSOE ya no ha gobernado Andalucía, esta derrota escuece porque PSOE y Andalucía durante décadas fueron lo mismo. Aún así los socialistas niegan que esto marque un nuevo ciclo político en España liderado por el PP.
El portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Felipe Sicilia, ha asegurado este lunes que los resultados del 19J no se pueden extrapolar al ámbito nacional porque los votantes «saben distinguir» ante qué urna están.
Juan Espadas ni siquiera ha conseguido igualar los resultados de 2018 que ya eran los peores de la historia del PSOE-A y ha perdido más de 150.000 votos, muchos de los cuales se han ido al PP, que ha pedido sin complejos el voto a los socialistas desencantados.
Aunque en el Gobierno y en el partido tratan constantemente de desligar estos resultados con el conjunto de España, lo cierto es que es la comunidad más poblada, histórico granero de votos para los socialistas en las elecciones generales, y la que reparte más escaños- 61- en el Congreso de los Diputados. Contar con el apoyo o no de Andalucía puede ser clave para ganar unas elecciones y esto lo saben bien en el PSOE.
Además, estas elecciones tenían el simbolismo de ser las primeras que ‘enfrentaban’ a Sánchez con Feijóo.
Desde que Pedro Sánchez es presidente, el PSOE solo ha ganado unas elecciones autonómicas, las de Cataluña, con Salvador Illa, y de poco le sirvió dada la suma independentista. La derrota más reciente, además de la de Andalucía, es la de Castilla y León, donde los socialistas con Luis Tudanca quedaron segundos; pero en los procesos autonómicos anteriores el PSOE cayó hasta la tercera posición en la Comunidad de Madrid, País Vasco y Galicia.
Precisamente tras la caída de Ángel Gabilondo en Madrid hasta la tercera plaza quitándole el liderazgo de la oposición, Pedro Sánchez acometió una profunda remodelación de su Gobierno y ahora algunas voces apuntan a que, de cara al ‘tsunami’ que viene electoralmente hablando, se esté planteando algún revulsivo para animar a las bases socialistas de toda España. ¿Cambios en el Gobierno o cambios en el partido?
La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, lamentó anoche la falta de tiempo para consolidar una alternativa a Moreno en Andalucía y ha limitado el alcance de la mayoría absoluta del PP al señalar que los socialistas «siguen liderando las encuestas nacionales». Creen desde Ferraz que Espadas «ha salvado los muebles» porque solo lleva siete meses en el cargo. No creen, además, que el PP haya conseguido parar a Vox «porque pactan con ellos cuando pueden», han asegurado a TVE fuentes del PSOE.
Vox frena su ‘reconquista’ en Andalucía
Andalucía fue la primera comunidad en la que la ultraderecha hizo su aparición y los de Santiago Abascal confiaban en marcarle el paso a Moreno, siendo decisivos para la formación de su Gobierno, pero el objetivo no ha sido conseguido. Habían puesto un precio de oro al apoyo de Macarena Olona al PP y ha resultado que Moreno no les necesita ni para la investidura.
Cierto es que han crecido en la comunidad y han pasado de 12 a 14 diputados, pero sus expectativas eran tan altas con su entrada en el Ejecutivo que ha quedado eclipsado ese aumento.
El verde de Vox se ha ido extendiendo por todas las comunidades y de momento son seis las que aún no ha conquistado: Galicia, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Navarra y La Rioja. En Cataluña incluso Vox llegó a superar al PP.
La pregunta es saber dónde está ahora el techo electoral de Vox y si el PP conseguirá en los próximos procesos electorales volver a amarrar ese voto útil que en Andalucía no se les ha escapado.
Abascal no quiso entrar en la noche electoral en lecturas nacionales y se congratuló de la caída estrepitosa de toda la izquierda en Andalucía.
Yolanda Díaz no ‘suma’ en Andalucía
En la recta final de la campaña, Por Andalucía ha tratado de levantar el ánimo con un presencia más intensa de la vicepresidenta del Gobierno y posible futura candidata a las elecciones generales, Yolanda Díaz.
El resultado de Por Andalucía con Inma Nieto a la cabeza e integrado por Podemos, IU, Más País, Equo, entre otros, es el más complejo de extrapolar a nivel nacional, pero esta coalición sí se puede considerar el germen de lo que puede ser la plataforma electoral de Díaz y los ciudadanos no han dado su respaldo a esa suma de partidos.Tampoco se los han dado a la otra formación que pesca en el mismo caladero, Adelante Andalucía, por lo que se puede concluir que si el votante del PSOE se ha quedado en casa, también lo ha hecho el que está a su izquierda.
Tras el 19J, Díaz, ahora sí, comienza su proceso de escucha y lo hará el próximo 8 de julio en Madrid y una enseñanza clara para la izquierda es que los ciudadanos castigan las discrepancias constantes, las luchas intestinas y la fragmentación. En los últimos meses el espacio de Unidas Podemos y Yolanda Díaz han evidenciado sus discrepancias y, aunque ella ha desvinculado esta candidatura en Andalucía de sus planes electorales, lo cierto es que aprovechó un mitin de la formación para dar un paso más y decir que está dispuesta a «ganar España».
Buscar unir a la izquierda es el objetivo de Díaz que debe decidir qué papel juega Podemos en su marca electoral.
Precisamente, Pedro Sánchez avisó a Unidas Podemos en plena campaña andaluza que destacar las diferencias y no lo que une a la izquierda desmoviliza el voto. Así que habrá que ver si este resultado frena la discrepancia semanal en el gobierno de coalición.
Ciudadanos sigue cavando su tumba electoral
La de Ciudadanos es la imagen de un partido que agoniza y que se va apagando y desdibujando en cada cita electoral. Y la andaluza no ha sido una excepción.
Cero es el número de diputados que ha obtenido Juan Marín, que llegó a hablar al PP de tú a tú con 21 diputados en 2018. Incluso en las elecciones de 2019 los andaluces votaron en las elecciones generales por delante del PP a la formación naranja, que ha caído con la misma rapidez con la que alcanzó números más que significativos.
El partido que fundara Albert Rivera va haciéndose cada vez más invisible y encadena su enésima derrota electoral en algo más de dos años tras ser desalojado de los gobiernos de Murcia, Madrid y Castilla y León. Solo en esta última comunidad ha logrado retener un escaño de los 12 que tenían. Antes, en Cataluña, el que fuera su principal bastión, se dejaron un reguero de votos pasando de ser la fuerza más votada a seis.
El revulsivo que necesita Inés Arrimadas para unas generales es casi un milagro. Ahora mismo solo les queda el Ayuntamiento de Madrid como administración de peso en la que gobiernan junto al PP.
A partir de este lunes las maquinarias electorales de los partidos se ponen a funcionar de nuevo porque lo que viene es muy potente y la llamada de atención, en positivo para unos y en negativo para otros, ha sido muy clara en Andalucía.