Desde tiempos inmemoriales existe un trabajo no remunerado, ni contributivo a la Seguridad Social, pero tan exigente y necesario como cualquier otro. Son esas mujeres y hombres que ejercen como ‘amas de casa’ y que generalmente no tienen derechos a pensiones de jubilación.
Una persona que se dedica a los trabajos del hogar no está reconocido como empleo. Sin embargo, las jornadas de ‘trabajo’ duran 24 horas, siempre pendientes a las necesidades de los demás miembros de la familia. Tradicionalmente son labores que han desempeñado mayormente mujeres.
Mientras el hombre trabaja fuera del hogar y gana un sueldo para mantener la familia, la mujer se encarga de cocinar, lavar, planchar, cocinar, llevar a los niños al colegio, limpiar la casa y un largo etcétera. Aunque es cierto que cada vez son más los hombres que también «trabajan» como amas de casa.
Actualmente, más de tres millones de mujeres en España no han cotizado lo suficiente como para tener derecho a pensiones por jubilación. Una situación que se convierte a veces en un auténtico drama familiar, debido a la falta de ingresos económicos.
Y es que las personas que son ‘amas de casa’ no cotizan de ninguna manera en la Seguridad Social, por lo que el sistema de pensiones español no contempla el derecho a prestaciones contributivas por jubilación. No obstante, determinadas ‘amas de casa’ que cumplan unos requisitos concretos, podrán solicitar una pensión de jubilación no contributiva.
¿Qué requisitos deben cumplir las amas de casa para tener derecho a pensiones?
Además, para poder optar a este tipo de pensiones no contributivas de jubilación, las ‘amas de casa’ deben cumplir una serie de requisitos mínimos, que podrían parecer exigentes para determinadas personas o núcleos familiares. Entre ellos destaca:
- Tener edad de 65 años o superior
- Ser español o haber residido en España durante al menos 10 años
- Un nivel de renta por debajo de 5,538,40 euros anuales; cifra fijada por el Gobierno de España
- En caso de ser una persona con discapacidad, se requiere tener entre 18 y 65 años; llevar como mínimo cinco años residiendo en España y que la discapacidad sea del 65% o superior.
Así, para el año 2021, se prevé un aumento del 0,9% en todas las pensiones del sistema español. En este sentido, las pensiones no contributivas de jubilación, a las que podrían acceder algunas ‘amas de casa’ podría ascender a 5.588,24 euros anuales como máximo. En definitiva, una pensión máxima de 402,72 euros al mes y una mínima de 100,68 euros.
Además de los requisitos mencionados anteriormente, existen otras serie de indicativos a tener en cuenta por la Seguridad Social para obtener esta pensión no contributiva. Por ejemplo compartir domicilio podría variar las cantidades de las pensiones:
- Viviendas de dos personas: 9.425 euros
- Viviendas de tres personas: 13.292,16 euros
- Viviendas de cuatro personas: 17.169,04 euros
Otro factor determinante es si los parientes de los solicitantes son padres o hijos. En este caso, también se producirá una alteración en las cantidades de la pensión:
- Hogares de dos personas. 23.538,20 euros
- Hogares de tres personas. 33.230,40 euros
- Hogares de cuatro personas. 42.922,60 euros
Todos estos requisitos son estudiados al mínimo detalle por los organismos pertinentes que componen la Seguridad Social, para evitar cualquier tipo de fraude por parte del solicitante. No obstante, los hombres y mujeres que no tengan cotizados los años suficientes y respondan a las exigencias comentadas, tendrán derecho a una determinada pensión no contributiva por jubilación